Algo de nervios y muchas ganas de este paso hacía la nueva normalidad. La cola del vacunódromo de Son Dureta se ha llenado este miércoles por la tarde de los primeros niños y niñas, acompañados por sus padres, que a la salida del colegio han ido a recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. Durante esta primera jornada pasarán por el centro de vacunación un total de 404 niños de entre 9 y 11 años que recibirán el fármaco desde las 15 hasta las 20 horas. La tónica general en esta primera jornada de vacunación en Mallorca ha sido de normalidad y tranquilidad, a pesar de cierta polémica surgida en los últimos días por que la vacunación entre los menores de edad.
Con el uniforme del colegio todavía puesto, los más pequeños han acudido a recibir la vacuna. Una cita rápida y sin esperas, ya que durante el día de hoy a penas se han registrado colas en Son Dureta. «No mires aquí, mira a papá y coge aire. ¡Listo!», le decía la enfermera a uno de los primeros niños en recibir la vacuna. Un pinchazo, quince minutos de espera y para casa. «Vida normal, ya te puedes ir a jugar», le recuerda al menor. La segunda dosis llegará en ocho semanas, un tiempo de espera algo superior al de los adultos. Cabe recordar que los menores reciben un preparado específicos para este colectivo, con la fórmula de Pfizer y un tercio de la dosis que reciben los adultos.
Los efectos adversos en niños son similares a los de los adultos (cefalea, fiebre, etc), y en población adolescente se ha visto mayor frecuencia de miocarditis o pericarditis, pero «en pocos casos que suelen ser leves». Los padres de los menores se han mostrado ilusionados y «convencidos» de recibir la vacuna contra el coronavirus. «Por fín ya está inmunizada toda la familia, desde los abuelos a los nietos», celebraba uno de los progenitores en la sala de espera.
Según ha informado la coordinadora autonómica de Pediatría, Margalida Cañellas, se prevé continuar abriendo citas a medida que lleguen dosis. Actualmente Baleares dispone de unas 36.000 dosis para dar cobertura al segmento de población de cinco a once años. Además, el Servicio de Salud (IbSalut) va a contactar con los padres de los niños con patologías crónicas o medicación inmunodepresora, ya que tienen más probabilidad de desarrollar un cuadro grave en caso de contagio. A este perfil se le está citando para vacunarles en líneas específicas en Son Espases, Manacor, Inca, Menorca e Ibiza.
Por su parte, los padres de niños sanos tienen que solicitar la cita a través del sistema online Bitcita. Los menores deben ir acompañados de un progenitor o tutor legal. Cañellas ha explicado que en caso de que haya conflicto entre padres separados respecto a la vacunación de su hijo, no se puede vacunar sino que los padres deben solicitar un permiso judicialmente. Sin embargo, ha reconocido que cuando acuden con sus hijos para que se administre la vacuna, se da por hecho que hay consenso ya que el IbSalut no dispone de información sobre posibles conflictos entre padres, sino solamente de peticiones expresas que hayan presentado las familias para que su hijo no sea vacunado.
La coordinadora de Pediatría ha agradecido «el compromiso» de los padres y ha subrayado que la vacuna contribuirá a «poder alcanzar la normalidad lo más pronto posible». Cañellas ha apuntado que aunque la infección por COVID suele ser leve en niños, también se dan «formas graves poco frecuentes». En España, el 1 por ciento de los niños contagiados han ingresado en hospitales; en Baleares se han hospitalizado cerca de 200 niños y de ellos, un 20 % ha ingresado en UCI pediátrica. En Baleares no ha habido muertes ligadas al COVID en este tipo de pacientes.