Los touroperadores británicos y alemanes, así como los hoteleros de Mallorca y resto de islas muestran su preocupación por los efectos que la nueva variante de la pandemia, ómicron, está teniendo en toda la campaña de venta de reservas para el próximo verano. La paralización es absoluta y hasta febrero no se espera que vuelva la normalidad.
«Los descuentos por venta anticipada (early booking) han desaparecido porque el mercado no se mueve. El parón es absoluto y el mercado británico, que por estas fechas iniciaba la gran campaña de ventas para el verano, está totalmente paralizado por el impacto negativo de la nueva variante de la pandemia», indican los touroperadores y desde la patronal ABTA.
Desde los principales grupos turísticos puntualizan: «Los departamentos comerciales no saben qué hacer para incentivar las ventas y esta situación se prolongará, como mínimo, hasta finales de enero. Se espera que por esa fecha la ómicron haya remitido en sus contagios, pero es una previsión muy optimista». Cadenas hoteleras de Balears afirman que «la situación es muy compleja, porque la variante ómicron se ha cargado literalmente todos los incentivos que había antes por estas fechas y que se prolongaban hasta el 15 de enero».
Puntualizan que las campañas de promoción y de incentivos en el mercado británico y alemán no sirven para nada y que hay que esperar a ver cómo evoluciona la pandemia y las restricciones en Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Italia y en los países centroeuropeos. Las aerolíneas de bajo coste, entre ellas Ryanair, EasyJet, Condor o Eurowings, que están en plena en estos momentos en plena campaña de ofertas de Navidad, según las agencias y portales online, se han visto también afectadas por esta dinámica comercial.
Toda la industria turística europea y balear se mantiene a la expectativa de lo que pueda acontecer en las próximas semanas, así como en la evolución de los niveles de contagios en todos los países.
Last minute
Esta situación coyuntural, en opinión de las cadenas hoteleras, «se va a traducir en que si el pasado verano se caracterizó por las ventas de último momento (last minute), de cara al próximo se va a agudizar más esta práctica comercial y esto nos genera mucha preocupación por la incertidumbre que genera». El problema de esta cuestión radica en que los hoteleros no saben hasta que entra el turista en los establecimientos si la reserva realizada se confirma. «El pasado verano hemos funcionado con quince días y hasta una semana vista, pero de cara a 2022 será por días, porque el mercado vacacional sabe que puede anular las vacaciones sin tener que pagar compensación alguna. Todo esto distorsiona nuestras previsiones, porque prácticamente desaparecen como tales», afirman hoteleros de la Isla.
Esta situación va a mediatizar las campañas promocionales que la AETIB y la Fundació Mallorca Turisme del Consell, así como Turespaña, tenían previsto realizar en enero. Todos los destinos vacacionales están en la misma situación, tanto en los de corta como media y larga distancia.
El apunte
Los destinos del Mediterráneo, obligados a competir en precio para captar turistas
La dinámica comercial que impera en estos momentos va a obligar a todos los destinos de la cuenca mediterránea a competir en precio para captar cuota de mercado en los países emisores europeos de junio a octubre. Touroperadores y hoteleros, así como aerolíneas, vaticinan una dura pugna comercial con Turquía, Egipto, Túnez y Marruecos, en el que Grecia no se quedará atrás. No será hasta la ITB de Berlín, una vez más, cuando se tenga una fotografía aproximada de cómo va a reaccionar el mercado vacacional, pero la incertidumbre actual no beneficia a nadie porque incide directamente en la cuenta de resultados de las empresas. Los hoteleros de Balears confían en que de aquí a marzo todo cambie, pero la evolución de la pandemia con sus variantes está sorprendiendo a gobiernos y a la industria turística.