Aproximar el abogado al ciudadano. Este fue el objetivo de la primera jornada de atención gratuita de asesoramiento jurídico celebrada este viernesr en Càritas Mallorca. En esta iniciativa, que duró hasta las 18.00 horas, se inscribieron 185 personas, la mayoría colectivos vulnerables, que pudieron informarse sobre temas relacionados con extranjería, laboral, familia y vivienda. El único requisito que se pidió a los participantes era que donaran un juguete de segunda mano que irá destinado aesta organización.
La iniciativa ha estado impulsada por la abogada Regina Inarejos y contó con la participación de nueve abogados voluntarios y alumnos del proyecto Clínica Jurídica, del departamento de Derecho de la UIB. «Hacía tiempo que quería hacer algo así, donde se pudiera intercambiar juguetes a cambio de información jurídica», destacó. Durante la mañana y la tarde, los participantes pudieron mantener sendas consultas con los abogados voluntarios a fin de solucionar sus inquietudes jurídicas. «Creo que es conveniente acercarnos a los ciudadanos», explicó la impulsora de esta jornada, que permitió a Càritas recoger una gran cantidad de juguetes de segunda mano.
Juguetes
María Bianed es colombiana y hace cinco años que está en Mallorca. Ella depositó ayer un peluche para las familias que lo necesiten. A cambio, pudo solventar algunas dudas sobre su situación irregular:«Tengo dificultades para encontrar trabajo. Necesito un contrato de un año para regular mi situación». María vive en Palma con su hija y su nieta. Se enteró de estas jornadas a través de Càritas y no dudó en acudir. «Me han dado diferentes opciones para encontrar un trabajo. Busco lo que sea, aunque normalmente cuido a niños y a personas mayores», señaló. Por su parte, Damaris Borja hace tres años que llegó de Colombia a Mallorca. Su caso es algo más complejo. Llegó por reagrupación familiar y ayer pudo consultar con los profesionales en qué situación se encuentra en España después de haberse separado de su marido. «Me han aclarado las dudas que tenía y me han dado consejos. Me dicen que debo pedir arraigo familiar», contó. Esta ciudadana también se enteró de las jornadas porque ya estaba inscrita en Càritas desde hacía tiempo.
La abogada voluntaria Patricia Fernández consideró la necesidad «fundamental» de que «haya información accesible para la gente y que el abogado deje de ser esa figura que asusta». Es la primera vez que participa en estas jornadas y no duda en repetir la experiencia si puede. «Los participantes me han preguntado sobre todo temas de alquiler, de acceso a la vivienda social y algún otro tema vinculado con gastos comunitarios. Nuestro papel en esto es facilitar toda la información y decir el camino que deben seguir», justificó.
Sobre el perfil, la mayoría de los inscritos era gente sin recursos y que no puede pagarse un abogado. Asimismo, esta jornada ha estado abierta para cualquier ciudadano, independientemente de su situación, que necesita un información jurídica puntual. Margalida Cortés, trabajadora social de Càritas, consideró que «las demandas jurídicas van muy ligadas a las sociales, como por ejemplo problemas de extranjería, situación familiar o tema de vivienda». Desde su punto de vista, este evento ha tenido una doble donación. Por una parte, la de dejar juguetes de segunda mano y, por otra, la de donar información y asesoramiento. «Me atrevería a decir que los profesionales que participan en estas jornadas cuentan con una sensibilidad, como persona, que va más allá de su trabajo», dijo.