Los niños vacunados contra la COVID-19 no tendrán que guardar cuarentena, salvo excepciones. Esta es una de las novedades que presenta la campaña de vacunación a los menores de entre 5 y 11 años, que arrancará la próxima semana en Baleares. La inoculación a estos menores se presenta como un alivio para muchos padres. Lo más importante es que estarán más protegidos contra el virus, seguido de que lo propagarán menos. Pero también hay un tercer factor muy importante para muchas familias: las cuarentenas. Actualmente los alumnos de Infantil siempre tienen que hacer cuarentena si sale un positivo en la clase. Sin embargo, en el caso de Primaria es sólo si hay más de un contagio porque van con mascarilla; si solo hay un caso se realiza un cribado a todo el aula.
Aunque los alumnos de entre 5 y 11 años que se vacunen ya no tendrán que hacer cuarentena, sí tendrán que someterse a dos pruebas de diagnóstico con la finalidad de descartar que se hayan contagiado de COVID-19. La primera de ellas cuando se conozca el positivo en el grupo; la segunda, en torno a los siete días del último contacto con el caso confirmado. Además, el protocolo recomienda evitar el contacto con personas vulnerables, utilizar mascarilla quirúrgica para relacionarse con los demás, no ir a eventos multitudinarios y limitar los contactos «a aquellos grupos con los que interaccionan habitualmente dentro del colegio». También es muy importante estar atentos a la posible aparición de síntomas relacionados con el coronavirus.
Sin embargo, hay excepciones a esta norma. Una de ellas son los alumnos con inmunodepresión sí tendrán que hacer cuarentena, pese a que estén vacunados. Otra son los alumnos que hayan sido contacto estrecho de una persona contagiada con las variantes ómicron, beta o gamma. No obstante, estos protocolos se revisan regularmente y puede haber variaciones.