Un grupo de mallorquines atrapados en Marruecos, tras la decisión del reino alauí de suspender durante dos semanas las conexiones aéreas ante el avance de la variante ómicron, han relatado a Ultima Hora la odisea y las dificultades económicas a las que se enfrentan para volver: más de 200 euros por un billete de la compañía Iberia que repatriará a todos los españoles en los próximos días. Lorena Martín y Adrián Porcel, de 22 y 25 años respectivamente, volaron a Marrakech el pasado 23 de noviembre por turismo.
Su vuelo de vuelta estaba previsto para este miércoles, día 1 de diciembre. La noticia sobre la decisión de blindar el país les llegó hace dos días, cuando recibieron una notificación de la aerolínea en la que les informaba de que su vuelo había sido cancelado. Por otra parte, la mallorquina Antònia Perelló junto a su pareja tenían el vuelo ayer por la tarde «pero no ha salido nadie de aquí, está todo cancelado. La sensación que se vive es que esos quince días de cierre se van a alargar. Nadie sabe nada, nadie tiene noticias. Necesitamos que alguien nos ayude», relataba por teléfono esta vecina de Santanyí, también atrapada en Marrakech. Ante la incertidumbre, y tras horas de esperar una respuesta, por fin la Embajada de España en Marruecos anunció en un comunicado que empezaría la repatriación de los españoles mañana día 2, 4, 7, 9 y 11 de diciembre desde Casablanca, a través de Iberia. La aerolínea dispondrá de aviones A320 que tienen una capacidad de hasta 200 pasajeros.
Costes desorbitados
«El vuelo nos ha costado 490 euros y tenemos que estar tres días más aquí hasta el 4 de diciembre porque antes no ha sido posible salir. Iberia nos ha dicho que no se encargará de los costes. Esto es una vergüenza». Adrián Porcel aseguró que a última hora de la tarde tanto él como su amiga Lorena se enteraron de que el vuelo saldría desde la ciudad de Casablanca. A esto se le añade otro problema: «Tendremos que pagar también el tren que nos lleve hasta allí, que son unos 100 euros. Es vergonzoso que el Gobierno español no se haga cargo de estos costes porque no es culpa nuestra lo que ha pasado aquí». En el caso de Antònia, su pareja y ella han conseguido dos plazas en el vuelo de mañana. Su libertad les ha costado 532 euros por persona. «Solo quedaban los de primera clase y si no, teníamos que esperar hasta el vuelo del día 7 y estaban por unos 240 euros. Al final, nos ahorramos así la comida y el alojamiento», comentó.
Pero la odisea de este grupo de mallorquines no acaba aquí. Una vez lleguen a Madrid tendrán que asumir de su bolsillo otro viaje hasta Palma. «Cuando nosotros lleguemos el sábado, como no hay billetes ese día a Son Sant Joan, tendremos que pagarnos una noche de alojamiento en la ciudad», criticó Adrián, quien no duda en «ir a juicio si fuera necesario». El cierre de la frontera no solo está implicando caos e incertidumbre entre los turistas por los problemas de conseguir un asiento en los próximos vuelos que ofrece Iberia, sino que a esto se suma gastos adicionales que tampoco van a cargo de la compañía.
Los mallorquines están dentro de un grupo de WhatsApp con cerca de otros 300 españoles también afectados por la cancelación de vuelos en Marruecos. Ante la necesidad, se organizan como pueden y comparten toda la información disponible, que en estos momentos todavía no es muy abultada, cuando se pueden conectar a alguna red WiFi. «Estamos muy repartidos, hay gente en Agadir, Fez, Casablanca y Marrakech», explicó Antònia.