Un ciudadano se llevó este martes una desagradable sorpresa cuando al abrir un bote de tomate frito se encontró gusanos en su interior. Se trata de un bote que había adquirido a principios de mes en un supermercado de Palma y que, tras la correspondiente comprobación, no estaba caducado. El afectado, quien prefiere mantenerse en el anonimato, se dirigió a la Direcció General de Consum para interponer una denuncia. Tras cumplimentar el correspondiente formulario, se quedó sorprendido al saber que desde la Administración no se procedía a analizar el contenido del bote. «No doy crédito», aseguró a este periódico. Sin embargo, según indicó, desde Consum sí que le indicaron que acudirían al supermercado para ordenar que se retirara el lote del producto dañado.
En cualquier caso, el afectado también se desplazó hasta el supermercado donde había adquirido el producto, con el correspondiente tíquet de compra. «Me han asegurado que me iban a devolver el dinero de todos los botes que había comprado», aseguró el ciudadano, quien también detalló que desde el establecimiento procederían al correspondiente análisis del producto. «A primera vista parecen gusanos muerto, pero no es algo de lo que pueda estar seguro al 100 %», indicó.
Se trata, sin duda, de una mala experiencia de la que el denunciante no culpa a nadie. Sin embargo, sí que mostró su malestar por el hecho de que ni Consum ni otro departamento de la Administración lo pudiera analizar. Valoró la buena predisposición por parte de los responsables del supermercado, aunque por la tarde aún no salía de su sorpresa por la desagradable experiencia.