La ciencia permite hacer milagros y una prueba evidente de ello es lo que ha sucedido con Ian y Tano, dos gemelos prematuros que este 10 de noviembre celebran su primer año de vida. Concepción, su madre, narra muy emocionada que desde el primer momento, ya en el embarazo, tuvieron complicaciones. Sin embargo, gracias a los avances de la ciencia y al gran trabajo de los médicos han logrado salir adelante. Para celebrarlo, este miércoles han ido al hospital de Son Espases para agradecer al equipo médico que ha hecho posible que este primer año de vida sea una realidad.
«Cuando fuimos a la revisión nos dijeron que eran gemelos. A las 24 semanas nos tuvimos que ir al hospital Vall d'Hebrón para que me hiciesen una intervención porque había una conexión de la sangre entre ellos y uno de los dos estaba a punto de quedarse sin líquido amniótico. Era urgente operar, aunque nos daban un porcentaje de éxito del 70 % de que se salvasen los dos y del 80 % de que lo hiciese sólo uno», explica de forma resumida porque reconoce que lo han pasado tan mal que tiene muchas lagunas. Traducido a palabras coloquiales tuvieron que extraer líquido amniótico que sobraba de una de las bolsas y de la otra separar los vasos sanguíneos.
Al final la intervención fue bien, aunque se tuvieron que quedar allí dos semanas. Afortunadamente, pudieron volver a Mallorca, pero el riesgo de parto prematuro y de cesárea estaban presentes. Concepción recuerda que el día 9 de noviembre, cuando estaba de 30 semanas y cuatro días, ingresó en el hospital de Son Espases. El 10 de noviembre nacieron sus dos hijos, Ian y Tano, hasta el momento era el día más feliz de su vida y la de su marido; nada les hacía presagiar el sufrimiento que les esperaba. A las dos semanas Tano empezó a ponerse mal y los médicos les dijeron que lo tenían que someter a una operación urgente de barriga. «Se puso fatal y en varias ocasiones los médicos nos vinieron como a dar el pésame, no podían hacer nada por su vida. Tenía nueve bombas de medicamento y estaba muy hinchado».
Concepción nunca olvidará la dedicación del equipo médico de Son Espases que atendió a su pequeño. «Los médicos estaban las 24 horas con él, hicieron cambios de medicación y empezó a mejorar». La ciencia y el equipo médico obraron el milagro. Tano, con menos de un mes de vida, logró superar una sepsis multiorgánica. «Sólo le funcionaba el corazón, tenía los pulmones encharcados, ....», describe su madre aún muy emocionada.
Mientras Tano luchaba por salir adelante, su hermano Ian progresaba adecuadamente en la incubadora y el día 1 de enero de 2021 le dieron el alta. Un mes después, en febrero lo hizo Tano, aunque aún no se encontraba bien del todo, pero sí lo suficiente para recuperarse en casa con el amor que le daban sus padres. «Para nosotros es un milagro y por eso hemos venido a celebrar el cumpleaños con el equipo médico porque gracias a ellos ha salido adelante». Ian y Tano son dos niños sanos, con toda la vida por delante, y sus padres dos personas felices que nunca olvidarán el milagro que se ha producido en el hospital de Son Espases.