La capacidad máxima de Son Sant Joan no podrá superar la actual, fijada en 66 vuelos por hora, tras acometer las obras de remodelación del aeropuerto de Palma. Así lo establece el Ministerio de Transición Ecológica en su declaración de impacto ambiental, que ha resuelto de forma favorable, y que se publicó ayer en Boletín Oficial del Estado (BOE).
Señala, sobre esta cuestión, que la capacidad declarada del aeropuerto deberá analizarse durante la evaluación ambiental estratégica ordinaria de la revisión del actual Plan Director del aeropuerto. Además, respecto al estacionamiento de aeronaves deja claro que «el único objetivo del proyecto será aumentar las posiciones en contacto, en detrimento de las posiciones en remoto existentes».
Esta declaración ambiental del Ministerio es vinculante para poder llevar a cabo el proyecto y recoge buena parte de las prescripciones realizadas por parte de la Comissió Balear de Medi Ambient. Su presidente, Antoni Alorda, lo valoró de forma positiva. «Estamos satisfechos de que quede claro que no se puede aumentar la capacidad operativa, aunque el verdadero debate que reclamamos es el del decrecimiento», reconoció ayer.
Respecto al estacionamiento de vehículos, el informe del Ministerio indica que el único objetivo del proyecto será aumentar las plazas para los trabajadores del aeropuerto, para lo que se construirán un máximo de 644 plazas (excepto 97 plazas adicionales para usuarios del aeropuerto en el aparcamiento express y 10 plazas adicionales para autobuses). «El número de plazas para el resto de usuarios debe mantenerse como en la situación actual», concluye el escrito.
AENA, por su parte, informó que con este proyecto, cuya inversión alcanza los 559 millones «realiza una gran apuesta por modernizar el aeropuerto de Palma, a la vez que hacerlo más sostenible, puesto que es una infraestructura esencial para la Isla y no debe quedar obsoleto». Indicó, asimismo, que tiene prevista la instalación de placas solares en las nuevas cubiertas en las que sea posible y próximamente licitará el proyecto de instalación de placas en la cubierta del parking general, que es el edificio más grande del aeropuerto.
Esto se debe al hecho de que la resolución del Ministerio que dirige Teresa Ribera obliga a incorporar una instalación de generación solar fotovoltaica para autoconsumo que cubra, «como mínimo», el aumento de la energía demandada que supondrá la ejecución del proyecto de remodelación del aeropuerto.