El Govern pedirá el año que viene a los bancos unos 1.200 millones de euros para pagar los 1.200 millones de amortización de préstamos que le toca abonar el año que viene. Esos 1.200 millones de euros –la cifra aún no estaba cerrada la semana pasada– permiten cuadrar el Presupuesto de 2022. Puede decirse, de forma metafórica, que el mismo día que entren por la puerta de la Conselleria d'Hisenda saldrán por el mismo lugar en dirección a los bancos.
El Govern lleva años viviendo ese bucle de endeudarse con los bancos para poder devolverles el dinero que les debe y el proyecto de Presupuestos del año que viene, que se aprobarán esta semana, no es una excepción. La previsión inicial es que el Govern deberá pagar el año que viene una amortización de 1.190 millones y ese es el dinero que tendrá que solicitar a las entidades.
La suma de esos más de 1.200 millones a los 5.100 millones del techo de gasto hacen que la cifra global del Presupuesto para el año que viene supere los 6.000 millones de euros, una cantidad de récord, por encima de los 5.881 millones de este año.
El histórico
Los problemas de deuda del Govern se arrastran desde la legislatura de las grandes infraestructuras de Jaume Matas, se agravaron en el Govern de Francesc Antich, en plena crisis económica, y afectaron al gobierno de José Ramón Bauzá, lastrado también por la deuda a proveedores.
La mejora económica durante los gobiernos de Francina Armengol ha frenado esa escalada de deuda, que se ha contenido mucho con respecto a sus antecesores, pero ello no ha evitado que el pasado mes de junio se alcanzara el récord histórico de endeudamiento del Govern: 9.359 millones de euros.
Multiplicado por 10
La cifra de endeudamiento actual del Govern multiplica por 10 los datos del año 2003, el último del que incluye referencias el Banco de España. En aquel entonces la deuda era de 858 millones de euros.
El Govern ya ha anunciado que los Presupuestos del año que viene no incorporarán modificaciones sustanciales en materia fiscal. No hay una previsión de creación de nuevas figuras tributarias, pero tampoco hay una rebaja fiscal, como le pide el PP con insistencia.
El equipo de Francina Armengol podrá gastar el año que viene la cifra más alta de su historia gracias al mantenimiento de la financiación autonómica pese a la dificultad de la pandemia y, sobre todo, a los fondos de la UE.
El apunte
Una ley decisiva con una larga tramitación
El proyecto de Presupuestos que aprobará esta semana el Consell de Govern comenzó a elaborarse en el mes de julio y no estará definitivamente aprobado hasta el mes de diciembre, cuando el Parlament dé el visto bueno definitivo. En principio, la izquierda cuenta con los votos suficientes para su aprobación, aunque necesitará del apoyo de los dos diputados de Més per Menorca, que no forman parte del Govern y, por lo tanto, no están vinculados al pacto de aprobación de las cuentas. No obstante no se esperan sorpresas en esta sentido.