La Universidad de las Islas Baleares se ha adherido a la campaña «Race to Zero» que tiene el objetivo de establecer una alianza internacional para impulsar el cambio hacia una economía descarbonizada, con lo que se compromete a alcanzar la «neutralidad climática» para 2030.
La UIB elaborará en los próximos mese un plan para alcanzar esa neutralidad climática, que se centrará en aspectos como el fomento de la movilidad sostenible y la modernización y mejora de la eficiencia energética en edificios e instalaciones del campus en base a criterios de sostenibilidad, disminución de la huella ecológica y suficiencia energética.
La UIB tiene ya 800 sensores distribuidos por el campus, que permiten realizar un seguimiento de indicadores asociados a la sostenibilidad, ha informado la universidad en un comunicado.
El plan se alinea con el compromiso de la UIB con la preservación del medio ambiente, que se ha afianzado con la adhesión a la campaña internacional «Race to Zero», con el compromiso de neutralidad climática.
«Race to Zero» es una iniciativa que tiene el apoyo de Naciones Unidas y que reúne a actores no estatales (incluyendo empresas, ciudades, regiones, instituciones financieras, educativas y sanitarias) para adoptar medidas rigurosas e inmediatas para reducir a la mitad las emisiones globales en 2030 y ofrecer un mundo sin carbono, más saludable y justo.
Todos los miembros están comprometidos a reducir las emisiones de forma rápida y justa de acuerdo con el Acuerdo de París, con planes de acción transparentes y objetivos sólidos a corto plazo.
Más de un millar de instituciones de educación superior de todo el mundo, que representan a casi 10 millones de alumnos, se han adherido ya a la campaña Race to Zero.
«Race to Zero» pretende impulsar el cambio hacia una economía descarbonizada antes de la cumbre COP26, que se celebrará del 1 al 12 de noviembre en Glasgow (Escocia), y en la que la UIB estará presente como miembro observador por medio del subdirector del Laboratorio Interdisciplinar sobre el Cambio Climático (LINCC), Pau de Vílchez.
Durante la cumbre, De Vílchez participará en las actividades que acompañan al proceso de negociación, y en las que las instituciones de investigación tienen un papel fundamental para transmitir los conocimientos más actualizados sobre cambio climático.
Además, De Vílchez forma parte de la «Climate Change Litigation Initiative» que impulsan las universidades de Strathclyde, Ginebra y Singapur, centrada en el estudio de la litigación climática en todo el mundo.
La iniciativa se presentará en la jornada «Climate Change Legislation, Litigación and Rule of Law», el 6 de noviembre, sobre las obligaciones legales de estados y empresas para hacer frente al cambio climático, por su impacto sobre los derechos humanos.
La participación en la COP26 será una oportunidad para establecer contactos con otras universidades que han asumido compromisos responsables para reducir emisiones y compartir estrategias para alcanzar estos objetivos.