Los menores de 12 años son el único grupo de edad que queda sin vacunar contra la COVID-19 y se ha abierto el debate sobre la conveniencia o no de inocularlos. Ultima Hora ha hablado con varios expertos para que pongan de manifiesto su opinión.
El portavoz del comité económico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, considera que «no es fácil decidir porque la COVID-19 no causa especial gravedad en los niños, que la toleran bastante bien». Además, apunta que antes de vacunar de forma masiva a los menores de 12 años hay que inocular a los países que tienen porcentajes de vacunación muy bajos.
El epidemiólogo Maties Torrent tiene claro que los menores de 12 años sí deben vacunarse contra el coronavirus. «Ya se han hecho estudios para comprobar que es seguro y necesario. Mi opinión es claramente que sí», declara. Torrent es partidario de inocular ya a los menores. «No hay motivos para que no se pueda empezar a poner ya», concluye.
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, expone que la FDA ha aprobado la vacuna de Pfizer para niños de 5 a 11 años, con una dosis tres veces menor que los adultos y con efectos secundarios menores que en los adultos. «Parece que protege a los niños de la COVID sintomática y persistente, de síndrome inflamatorio y de miocarditis inducidos por COVID». March aclara que «la realidad es que no se conoce el riesgo de miocarditis causado por la vacuna en este grupo de edad, por lo que creo que hay que valorar lo que diga la evidencia científica para no caer en el riesgo de caer en un problema más que en beneficios». «Es evidente que ayudaría a no transmitir de forma tan importante la enfermedad y a disminuir la posibilidad de contagio a personas mayores o inmunodeprimidas con deficiente respuesta inmune, pero no sabemos si va a generar otros problemas que puedan ser mayores que los beneficios», añade.
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva también subraya que «mientras tanto tenemos muchos países con un porcentaje de personas vacunadas muy bajo. Por ello, pienso que no puede haber una situación de tanta desigualdad entre países con porcentajes bajos de personas vacunadas y otros vacunando a niños y a las personas mayores con una tercera dosis». En este punto, recuerda que «estamos en una pandemia y ello significa que afecta a todos los países y a todos los ciudadanos. Por tanto, hasta que no estemos todos a salvo no estaremos seguros».
Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, cree que «la decisión sobre si vacunar o no a los niños debe ir precedida de los estudios necesarios que hayan llevado a las agencias del medicamento a aprobar su uso en niños. Ese es un primer paso, pero no el único. Después las autoridades sanitarias tienen que valorar el riesgo en la población infantil, el beneficio potencial para ellos y para el conjunto, y sobre eso tomar una decisión; también teniendo en cuenta consideraciones presupuestarias y de todo tipo. Es lo que se hace con todas las vacunas».
Hernández avanza que «es probable que si se adopta una decisión por la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia del Medicamento Español se considere la vacunación».