La Conselleria de Salut no descarta implantar el certificado COVID en la restauración para evitar tener que volver a aplicar restricciones en el sector, en el caso de entrar en la sexta ola de la pandemia. El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, ha precisado que en estos momentos no se lo están planteando, pero no se descarta si es necesario tener que tomar más restricciones en un futuro para poder frenar los contagios. «No creo que ahora sea prioritario», ha dejado claro.
En este sentido, ha argumentado que el certificado COVID persigue un doble objetivo. Uno de ellos es aminorar las restricciones en determinados sectores, que tienen una especial incidencia en la economía. Este podría ser el caso de la restauración, ya que no sería necesario implantar determinadas restricciones si todas las personas que accediesen estuviesen vacunadas contra el coronavirus.
Las primeras restricciones que se podrían implantar en el caso de que la sexta ola se convierta en realidad serían las limitaciones de aforos en la restauración, la reducción de comensales por mesa, etc. En el caso de implantarse el certificado COVID no serían necesarias.
Cabe precisar que algunas de las asociaciones del sector de la restauración de las Islas se han mostrado partidarias de implantar esta medida siempre que se pueda recuperar la normalidad. Sin embargo, Arranz descarta eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en los interiores.
El otro objetivo que se persigue con el certificado COVID es incrementar la vacunación; recuerda que en Europa se ha hecho y ha funcionado. Sin embargo, considera que en Baleares los niveles de vacunación son aceptables. No obstante, si se aprecia que en determinados grupos de edad el nivel de inoculación no llega a ser el deseado también se podría plantear. Actualmente, el 81,75 % de la población diana de las Islas tiene la pauta completa de vacunación y el 83,55 % al menos una dosis.