Unos 70 voluntarios han participado en el nuevo censo de ejemplares de buitre negro en Mallorca, el primero que se realiza en la isla desde el año 2008, cuando se detectaron 124 ejemplares.
Según ha informado Medio Ambiente y Territorio este sábado en nota de prensa, el servicio de protección de Especies de la Conselleria, con la colaboración de SEO/BirdLife, ha organizado, este fin de semana, el primer censo de ejemplares de buitre negro que se realiza en Mallorca desde 2008. La actividad se ha desarrollado en 15 puntos de observación en la Serra de Tramuntana --de Pollença a Calvià-- y dos más en la península de Llevant, donde los buitres son cada vez más frecuentes.
La actuación, contemplada en el Pla Terrasse de conservación de rapaces, ha contado con la participación de unos 70 fotógrafos y ornitólogos y el apoyo de la entidad ecologista GOB, la Asociación de Fotógrafos y Filmadores de Naturaleza de Balears (Afonib), el Grupo de Observadores de Rapaces de Albercutx (GORA), la Fundación Vida Silvestre de la Mediterránea, el Servicio de Caza del Consell, el Paraje Natural de la Serra de Tramuntana, el Parque Natural de Llevant y los propietarios de las fincas privadas que han autorizado el paso.
La Conselleria de Medio Ambiente y Territorio realiza, anualmente, el censo de parejas reproductoras con el apoyo de los Agentes de Medio ambiente y la Fundación Vida Silvestre de la Mediterránea, el último de los cuales determinó que hay 45 parejas de buitre negro que crían en la Serra de Tramuntana.
Con todo, la población está formada por más ejemplares, tanto adultos como juveniles que no crían. Por este motivo, se considera necesario tener una estimación de la población total, puesto que es útil para conocer mejor la ecología de la población de Mallorca, única del mundo concentrada en una isla. Y es que, si bien se puede observar toda la isla, la distribución de las parejas reproductoras de buitre negro en Mallorca se limita a la zona norte de la Serra de Tramuntana.
Desde el año 1993 se realizan censos de buitres en Mallorca basados en el método de captura-recaptura. Se trata de posicionar entre uno y cuatro observadores en 15 y 20 ubicaciones en la zona de máxima presencia de la especie durante al menos dos días, y recoger observaciones de buitres tratando de discriminar individualmente, siempre que sea posible, por la presencia de marcas de muda o plumas blancas, edad, etcétera. Los observadores van equipados con prismáticos y telescopios.
En esta ocasión, se pretende mejorar la detección de individuos discriminables mediante la presencia de, al menos, un fotógrafo en cada punto de observación. De esta manera disminuirá el riesgo de errores respecto a censos visuales, basados sólo en observaciones con telescopio y prismáticos.
Una vez realizado el censo, se analizarán las fotografías y se aplicarán técnicas de análisis estadístico para calcular el número de ejemplares diferentes que componen la población de buitre negro de cielos mallorquines.
Además, se recogerán datos del buitre leonado (Gyps fulvus), también protegido e incluido dentro del Plan Terrasse.
El buitre negro (Aegypius monachus) está catalogado como vulnerable en Baleares, por lo que fue incluido en el Plan Terrasse de recuperación, conservación y seguimiento de las aves rapaces diurnas de las Islas.
La población es objeto de seguimiento continuado desde 1973. Desde que tocó fondo demográficamente en la década de los 80 del siglo XX, ha experimentado un crecimiento lento pero regular, gracias a las medidas de conservación y reforzamiento poblacional que se llevaron a cabo.
El último censo de individuos data del año 2008 cuando se estimó que la población estaba formada por 124 ejemplares. A partir del año 2010 el ritmo de crecimiento del número de parejas ha aumentado.