El 22 de octubre de 2011, a las 23.54 horas, saltó la noticia del secuestro de tres cooperantes en los campamentos saharauis de la provincia argelina de Tindouf. Eran el mallorquín Enric Gonyalons, la madrileña Ainhoa Fernández de Rincón y la italiana Rosella Urru. Aunque en un principio se señaló a Al Qaeda del Magreb Islámico, finalmente el grupo salafista Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (Mujao) reivindicó su implicación. Los secuestradores trasladaron a los tres hasta Malí. Allí pasaron nueve meses hasta su liberación.
Ahora se cumplen diez años de uno de los secuestros más largos a los que se enfrentó José Manuel García-Margallo por entonces ministro de Asuntos Exteriores de Mariano Rajoy y José Ramón Bauzà como presidente del Govern. «Todo lo que son secuestros viene con una enorme angustia. Primero nos pusimos en contacto con el Gobierno italiano para pedir que actuáramos conjuntamente en los rescates de los cooperantes. A partir de ahí, hubo muchas gestiones e incertidumbre porque no logramos liberarlos pronto», recuerda por teléfono el exministro, actual eurodiputado en el Parlamento Europeo.
Complicaciones
«Era muy importante la cautela en esos momentos. Todos los ministros de exteriores colaboramos para intentar que fuera así, estábamos hablando de vidas humanas y fue un secuestro muy largo», aclaraGarcía-Margallo. Las negociaciones para la liberación tuvieron sendas complicaciones, sumadas a la falta de información fiable. El 13 de diciembre de 2011 el Movimiento difundió un vídeo en el que aparecían con vida los cooperantes españoles y la italiana.
También circuló un falso rumor sobre la liberación de RosellaUrru ese mismo mes. En marzo de 2012, un negociador fue asesinado y el 17 de abril tuvo lugar un golpe de estado en Mali que complicó más las conversaciones para llegar a un acuerdo.
El 16 de mayo, MUJAO dio un giro a su estrategia y amenazó con matar a Enric Gonyalons como respuesta a los retrasos de España en las negociaciones. En paralelo, el Frente Polisario –movimiento de liberación del Sahara Occidental– trabajó durante estos meses para buscar a los cooperantes. Un mes mas tarde, el grupo radical anunció que se habían retomado las conversaciones para pactar el fin del secuestro. El exministro, a priori, había estado en Mali en dos ocasiones para intentar resolver este suceso. «Gracias a Dios, todo salió bien y los recuperamos», dice. Porque el 18 de julio de 2012, los cooperantes volvían a casa. Volaron desde la base militar de Burkina Faso (Uagadugú) y aterrizaron el día 19 en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz a las 20.00 horas.
Gonyalons se casó en 2015 con Rossella Urru. Sus vidas se desarrollan en la actualidad fuera de España. La familia del cooperante mallorquín ha declinado participar en este reportaje y recordar este episodio de sus vidas.