El cáncer de mama es uno de los más comunes en España, pero también uno de los que tienen un mayor porcentaje de supervivencia. La llegada de la enfermedad a la vida de muchas mujeres abre todo un mar de dudas, no sólo a nivel físico, sino también de manera emocional y psicológica. Los tratamientos de quimio y radioterapia pueden afectar a la capacidad reproductora de las mujeres, por lo que la vitrificación de óvulos se convierte en una oportunidad para que puedan ser madres en el futuro.
Aunque la esterilidad no es un efecto secundario generalizado, sí que es un riesgo al que se someten las pacientes con los ciclos de quimio y radioterapia. Por este motivo, las técnicas de preserva oncológica de la fertilidad, que se basan en la vitrificación de los ovocitos previa al tratamiento del cáncer, para una vez superar la enfermedad poder llevar a cabo una fecundación in vitro, son la mejor opción. En este sentido, desde el año 2007 la clínica IVI de Mallorca, al igual que las del resto de España, cuentan con un plan gratuito de Preservación de la Fertilidad para pacientes oncológicos.
La vitrificación de óvulos, permitida en España desde 2006, es una de las que mayor crecimiento está experimentando en los últimos años. Esta técnica permite a una mujer congelar sus óvulos en un determinado momento de su vida y que se le implanten, fecundados, años más tarde. «La preservación de ovarios viene condicionada por el aumento de la edad de las mujeres, es una técnica que permite hacer una planificación familiar y mantenerlos fértiles para cuando llegue el momento indicado», afirma el Javier Marqueta, director de IVI Mallorca. El médico explica que en los últimos años el número de mujeres que llega a las clínicas de fertilidad solicitando este tratamiento ha crecido exponencialmente y, además, con un perfil muy diferente: si en los años posteriores a la autorización de esta técnica se trataba de mujeres a las que se le había detectado un cáncer, ahora estos casos no son mayoría.
A pesar de que este tipo de tumor tiene mayor incidencia entre los 45 y 65 años, nada le esgrime de poder aparecer a cualquier edad fértil. Y es aquí, cuando la mayoría de pacientes cree que sus posibilidades de ser madre están limitadas. Por este motivo es más importante que nunca dar a conocer las opciones sobre una futura maternidad y dejar claro que sí se puede ser madre después del cáncer.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) asegura que lo más importante es que antes de someterse a un tratamiento de preservación la paciente lo consulte con su oncólogo, para que valore de forma individual su caso.
¿Cuándo debería hacerse la preserva de la fertilidad tras el diagnóstico?
Las posibilidades para preservar la fertilidad de los pacientes a los que se les diagnostica un cáncer deberían plantearse desde el mismo momento del diagnóstico. Es muy importante informar a las pacientes, al igual que se valora y explican sus opciones terapéuticas, de las consecuencias del uso de quimioterapia y del riesgo de esterilidad que conlleva, así como de la existencia de diferentes opciones para preservar su fertilidad. Las técnicas a las que más frecuentemente se recurre son la vitrificación de ovocitos y la congelación de tejido ovárico. Es muy importante el factor tiempo, de ahí la remisión lo más pronto posible a una Unidad de Reproducción, pues se trata de pacientes que en breve deben comenzar el tratamiento con quimioterapia y en el caso de la vitrificación de ovocitos, se necesita un plazo de casi dos semanas para llevar a cabo la estimulación ovárica.
¿Cuál es la probabilidad de éxito de embarazo?
Las tasas de éxito con ovocitos vitrificados van a depender mucho del número de ovocitos de que se disponga y de la edad en la que se vitrificaron. En líneas generales, las tasas de gestación son similares a las observadas cuando se vitrifica de forma electiva por otros motivos.
¿Hay límite de edad para realizar la preservación?
A la hora de valorar una técnica de preservación de la fertilidad, hay que tener en cuenta primero el riesgo de esterilidad del tratamiento al que se va a someter a la paciente y el pronóstico de la enfermedad, así como el riesgo potencial de retrasar el inicio de la quimioterapia. Una vez se decide a realizarla, el límite viene establecido no solo por la edad, sino también por la reserva y la función ovárica de la paciente. La edad máxima podría situarse en los 40 años.
¿Cuándo se puede empezar el tratamiento de reproducción?
La última palabra siempre la tiene el oncólogo y varia según el paciente. Una vez superada la enfermedad y completado el tratamiento, debe autorizar a la paciente a que busque el embarazo. Muchos cánceres de mama precisan tratamiento con tamoxifeno durante al menos 2 y 5 años. Una vez el paciente tiene la autorización solo tiene que preparar el endometrio, y una vez esté listo (suele ser unos diez días), fecundar los ovocitos tras desvitrificarlos y realizar la transferencia unos días después.