La paralización del nuevo Plan General de Puertos ha motivado que grupos ecologistas y vecinales hayan unido fuerzas para protestar contra este proyecto, que proponía crear una marina seca en Can Pastilla, un aparcamiento para remolques en Cala Gamba además de diez nuevos polígonos de fondeo.
Los activistas denuncian que esta iniciativa, que tiene que ser validada por el Consell de Govern, «supondrá un incremento notable de la masificación de embarcaciones en el mar, favorecerá la llegada de grandes yates venidos de fuera y enviará a los propietarios de embarcaciones pequeñas a tierra».
Los opositores a las obras piden la dimisión del conseller de Mobilitat, Josep Marí, así como del director general de Transport Aeri i Marítim, Xavier Ramis, por impulsar un proyecto «disfrazado de sostenibilidad».
Las obras previstas en el Plan de Puertos afectarían a doce espacios protegidos por la Xarxa Natura 2000 como el Port de Pollença, S'Estanyol o Portocolom, entre otras.
Macià Blázquez, colaborador del GOB, afirmó que «este proyecto incrementará el número de amarres en unos 30.000 nuevos para esloras superiores a 12 metros y añadirá 35.000 otros puntos de fondeo a lo largo del litoral. «Quieren convertir Balears en una plataforma náutica. No se hace mención alguna a la embarcación tradicional, como la vela, o a los usos antiguos», aseguró.
Consenso institucional
La Direcció de Ports y Cort consensuarán la ubicación de la rampa que inicialmente se tenía que ubicar en Cala Gamba, mientras ya ha descartado la marina seca de Sant Antoni de sa Platja, en Ca'n Pastilla.
Las entidades que piden la paralización del proyecto son Salvem Portocolom, GOB, Activistes de Sóller, Mallorca Blue, Terraferida, Cercle Mallorquí de Negocis, Iniciatives del Mediterrani i la Federació d'Associacions de Veïns de Palma i Associació Veïnal Coll d'en Rabassa.