Nada es como era en el Balneario 6 de la Platja de Palma. Resulta una evidencia en época de pandemia, pero lo recuerda el diario Bild en su edición dominical.
El periódico germano dedica un amplio reportaje para fotografiar la metamorfosis que ha experimentado la zona de ocio nocturno donde el alemán siempre ha sido el idioma oficial.
«Después de dos veranos, nada es como era en la milla de la fiesta. Se acabó la época de las fiestas gigantes...», relata Kai Feldhaus en su extenso artículo, en el que también se recojen testimonios de varios turistas. Es el caso de Iris, de 50 años y asidua a la Platja de Palma. «Antes solíamos estar hasta las cuatro de la mañana –explica mientras descorcha una botella de cava junto a un grupo de amigas–, pero ahora ya no hay ningún lugar para bailar por las noches. Así que nos acostamos temprano y estamos en forma por la mañana».
Levanta las copas pero no las nalgas. Esa es ahora la norma que impera en el Ballermann (expresión coloquial para referirse a la ingesta de grandes cantidades de alcohol), sentencia el Bild.