Del 1.034.867 personas de 12 o más años de Baleares (según el censo que baraja el IB-Salut) quedan 193.665 pendientes de recibir, al menos, una primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, es decir, el 18,7 % de la población diana. Por otra parte, hay 27.765 ciudadanos que ya han empezado la pauta y deben completarla, por lo que la cifra de personas por recibir la vacunación completa asciende a 221.430.
Desde que se iniciara, el 27 de diciembre de 2020, la campaña de vacunación de mayor envergadura que se haya visto en Balears se han suministrado 1.563.437 dosis de las diferentes farmacéuticas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento. Hasta ayer, 841.202 personas se habían puesto una primera dosis (el 81,29 % de la población diana) y 813.437 llevan la pauta completa (un 78,6 %).
Una vez alcanzadas estas cifras, tras nueve meses de campaña, han cambiado mucho las tornas. Si al principio la escasez de dosis copaba la actualidad informativa, ahora el país entero tiene stock de vacunas. En Balears, a fecha del domingo pasado, había 320.772 dosis en la nevera esperando a los más rezagados, con el agravante de que esta espera tiene fecha de caducidad.
Un ejemplo es el caso de la desarrollada por Pfizer/BioNTech, marca de la que se almacenan más dosis (256.630). Estos viales deben consumirse antes de los seis meses siempre y cuando se almacenen en un congelador ultrafrío a temperaturas de entre menos 80º y menos 60ºC. Si la temperatura del recipiente es menor, la fecha de caducidad se avanza. Frente a esta amenaza, de hecho, el Ministerio de Sanidad ha pedido a Pfizer retrasar el envío que tenía previsto para esta semana a la que viene y si bien en Catalunya hay partidas que empiezan a caducar, desde IB-Salut aseguran que aquí no sucede, y monitorizan la caducidad de los lotes a diario para llevarlos a los pabellones si se acerca la fecha.
A estas alturas de la campaña, otra de las cosas que han cambiado es la afluencia de los destinatarios a los puntos de vacunación masiva. A principios de verano se veían largas colas cada vez que Salut anunciaba la apertura de la vacunación para una nueva franja de edad pero el entusiasmo apenas duraba dos semanas hasta que, para dar un nuevo empujón, se optó por eliminar, paulatinamente, la cita previa.
Pese a disponer de todas las facilidades quedan cerca de 200.000 personas pendientes, lo que deja a Balears a la cola de la vacunación estatal. De éstas, 24.430 se han negado, explícitamente, a ponerse una dosis tras recibir reiteradas llamadas del IB-Salut. Otro de los motivos que la Administración baraja para justificar las bajas cifras es la alta temporalidad de los trabajadores de las Islas o el hecho de que el padrón de los municipios pueda estar hinchado. Y es que en su día, la responsable de la campaña en Balears, Eugenia Carandell, explicó que no se podía contactar al 60 % de las personas a las que se estaba repescando desde los centros de salud.
De forma paralela a los vacunódromos, desde los ambulatorios se intenta contactar con los titulares de las tarjetas sanitarias asignadas, de mayor a menor edad, para ofrecerles la vacuna contra la COVID. Actualmente, según el centro, van por la década de los 40 a los 50 años.
Cierre progresivo
Con la campaña masiva en su recta final, Salut ha anunciado la desescalada en los vacunódromos para en octubre volver al espacio habitual de esta labor: los centros de salud. De momento se han clausurado ya los puntos de Menorca, Eivissa y de Son Espases, donde se ha habilitado un nuevo espacio en Consultas Externas de 8 a 14 horas. La semana que viene cerrará el polideportivo Mateu Cañellas, de Inca, y el hipódromo de Manacor y sólo quedará Germans Escalas abierto hasta el 29 de septiembre.
La campaña seguirá sin cita previa en Son Dureta todos los días de 8 a 20 horas y en los centros de salud que vacunarán los miércoles con cita previa.
Por otra parte, Salut está preparando una serie de actuaciones que fomenten la vacunación entre la población pendiente como es acudir a la UIB con una unidad móvil o negociar con las mutuas de las empresas privadas.
Habrá terceras dosis en residencias
Desde el IB-Salut se pretende, como hasta ahora, seguir las indicaciones que dicte el Ministerio. Así pues, a partir del próximo 4 de octubre, según acordó la comisión de Salud Pública, en las Islas se pondrá la tercera dosis a los usuarios de residencias, enfermos de cáncer, pacientes en hemodiálisis u oncohematológicos o personas con Síndrome de Down mayores de 40 años. Si bien un informe elaborado por expertos internacionales descartó que esta tercera dosis mejore la inmunidad de quien la recibe, una investigación hecha en Israel, donde ya se suministra, concluye que el recordatorio sería altamente efectivo.