En el marco del proyecto ‘Mallorca Circular', para los fondos europeos derivados de la COVID-19 del Consell de Mallorca, el departamento de Sostenibilitat i Medi Ambient ha impulsado ‘Tanca el Cercle'. Un plan estratégico para -como el nombre indica- cerrar el círculo de la materia orgánica en Mallorca.
La iniciativa está valorada en cerca de 215 millones de euros y tiene relación directa con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible y prevé la construcción de cinco plantas de compostaje en la Isla. Su ubicación será en Marratxí, Santa Margalida, Calvià, Felanitx y Llucmajor.
Aurora Ribot, vicepresidenta y consellera insular de Sostenibilitat i Medi Ambient indica que «el objetivo es cerrar el círculo de la materia orgánica que generamos en Mallorca. Ello contribuirá a dar un empuje al sector primario que ganará mucho en competitividad. Este proyecto también supone un paso adelante en la soberanía alimentaria que tanto se ha evidenciado en la pandemia».
Esta misma semana se ha presentado el proyecto a los productores de agricultura ecológica de Mallorca. Concretamente a la entidad que los aglutina, Apaema. Allí, la presidenta Catalina Cladera, señaló que «los fondos europeos son una oportunidad para acelerar una transformación en el modelo económico y social de Mallorca, y eso quiere decir avanzar hacia la sostenibilidad y la transición circular por ser referentes».
«La puesta en marcha de cinco plantas de compostaje en la Isla es uno de los proyectos más importantes que, con una inversión que alcanza los 200 millones de euros, nos permitirá por un lado cerrar el círculo de la materia orgánica que generamos en Mallorca y, por otro, ayudar al sector primario a ser más competitivos porque reducirá el precio del compost, un producto fundamental en la agricultura ecológica».
En el mismo encuentro Ribot manifestó que «además de ser un proyecto revolucionario para mejorar la competitividad del sector agrícola de la Isla y cerrar el círculo de la materia orgánica, que es el único que podemos cerrar en Mallorca, supone un paso adelante imprescindible hacia la sostenibilidad de nuestra sociedad y una importante medida para luchar contra la emergencia climática.
Las plantas proyectadas permitirán hacer un compost de calidad apto para agricultura ecológica y reduciremos las emisiones derivadas de transporte de compost de fuera de Mallorca a la vez que contribuiremos a mejorar la fertilidad de las tierras de cultivo».
Según la consellera insular este proyecto «tiene un carácter estratégico que implica a toda la sociedad mallorquina, ya que una mejor y correcta gestión de los residuos nos hará más sostenibles en un contexto de emergencia climática, reduciendo emisiones y generando un compuesto que repercutirá directamente en nuestro territorio».
Tal vez es por ello que entre las propuestas de Mallorca Circular presentado a los fondos de Europa Next Generation este es el primero de la lista.