El Colegio Madre Alberta de Palma ha eliminado definitivamente el uniforme femenino. Adiós a las faldas. A partir del próximo curso, con un periodo de transición de tres años, tanto niños como niñas deberán acudir a las aulas vestidos con pantalón de color beige, polo blanco con el escudo y chaqueta o jersey azul marino. El centro informa que el motivo principal del cambio en el uniforme del colegio está sujeto a una decisión institucional de todos los centros Pureza de María, «con la finalidad de adaptarnos tanto a los nuevos tiempos como a las metodologías pedagógicas vigentes».
Se trata del primer centro de Palma en implantar un uniforme 'neutro' para ambos sexos, al igual que lo harán el resto de colegios de la congregación ubicados en Inca, Manacor y Valldemossa. El resto de los 29 colegios escolares privados y concertados de Mallorca que utilizan uniforme tienen un traje para los niños y otro para las niñas. Si bien es cierto, que en algunos de ellos desde hace algunos años existe la posibilidad de que las familias puedan elegir si sus hijas quieren llevar falda o pantalón.
La decisión del colegio católico ha abierto el debate sobre los uniformes en los colegio. En un primer momento la escuela aseguró que la decisión se había tomado para acabar con el debate sobre el largo de las faldas, ahora han aclarado en un comunicado que el cambio únicamente busca evitar desigualdades y cuestiones de género.
Desde hace unos años el uniforme escolar es motivo de polémica en España, ya que el uso de la falda en la mujeres impone algunos roles de género. En 2017 el debate llegó al Congreso de los Diputados cuando Unidas Podemos propuso modificar los uniformes diferenciados por sexo en los centros escolares. En el texto que presentaron ante la Comisión de Igualdad, su portavoz en aquel momento, Sofía Castañón, argumentaba que los uniformes mantenían los estereotipos de género y limitaban la acción física de las menores. También sostuvo que permitía la objetivación sexual de las mujeres, que, a su juicio, en el futuro continuaba al ámbito laboral.
Ya en 2018, Galicia se convirtió en la primera comunidad en acabar con la falda obligatoria en los uniformes. El Parlamento gallego aprobó una propuesta del grupo En Marea para la «eliminación de obstáculos» que impiden alcanzar la igualdad, entre ellos «la vestimenta diferenciada en los centros escolares». Un año más tarde, en 2019, una propuesta similar respaldada por socialistas, Compromís y Podemos llego a las Cortes Valencianas.