La factura de la luz, que se ha disparado, se ha convertido en un escollo más para las familias de las Islas y dificulta llegar a fin de mes. Así lo constató ayer el portavoz de la asociación de consumidores de Balears Consubal, Alfonso Rodríguez, quien vaticinó que la cuesta de enero «será de risa» en comparación con la septiembre y octubre.
No es una predicción en balde. El precio de la electricidad en el mercado mayorista (pool) –referencia en España para calcular la tarifa regulada que se paga en unos 10 millones de hogares acogidos a la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC)– alcanzó ayer un máximo histórico al situarse en los 122,76 euros el megavatio hora (MWh). El precio de hoy bajará un 3 %, pero se convertirá en el segundo más alto de la historia, por encima de los 117,29 euros/MWh del pasado viernes 13.
No es algo nuevo, sino que esta tendencia alcista se registra desde hace varias semanas. Muchos consumidores ya han notado incrementos considerables en la factura eléctrica del mes de julio. Los clientes que contratan su suministro en el mercado libre pagan por el kilovatio hora los precios que pactan por contrato con las comercializadoras, por lo que no se ven afectados por las oscilaciones del pool. Por contra, sí que afecta, sobre todo, a particulares y pymes, que en Baleares rondan los 720.000.
Detrás de estos elevados precios, que afectan a toda Europa, están el encarecimiento del gas, usado por los ciclos combinados y que marca el precio del pool en la mayoría de horas; el aumento del coste de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2); el incremento de la demanda por la recuperación económica y las altas temperaturas. Sin embargo, al consumidor lo que le importa es que tiene que pagar más por el recibo eléctrico, algo que sabe que irá a más y contra lo que poco puede hacer.
Es la sensación de la mayoría de ciudadanos con los que habló ayer este periódico. «La verdad es que no lo entiendo. Solo sé que es brutal la factura y, sinceramente, temo que detrás de estos recibos hay cuestiones políticas y afán recaudatorio de impuestos», manifestó Luis Muñoz.
El tema de la subida de la luz no deja a nadie indiferente. Indignación es la palabra que describe el sentimiento de cuatro amigas sentadas en un bar de la ciudad. «La factura ha subido en más de 40 euros. Es una pasada. Y no solo sube la luz, sino que también la gasolina e incluso la cesta de la compra», comentó Victoria, acompañada de Aurelia, Manuela y Carmen. Sus sueldos son de pensionistas, por lo que aseguran que no encienden ni el aire acondicionado y que ponen el mínimo de lavadoras posible. «Aunque nos quejemos, sabemos que nadie arreglará nada. Da pena, todo sube menos los sueldos», lamentaron.
En una situación similar se encuentra Alvina Petrovici, quien es viuda y vive sola. «En pocos días me han llegado dos facturas de casi 100 euros cada una y apenas consumo», se quejaba, al tiempo que mostraba su indignación y malestar. «No lo entiendo, porque pongo una lavadora al mes y poca cosa más», explicaba.
Sin embargo, esta subida aún no ha llegado a todo el mundo. Ni María Florencia ni Marcela Lilian han notado este incremento pese a no haber cambiado sus hábitos de consumo. «Nos extraña, la verdad», admitieron.
Desde Consubal han percibido este malestar casi general y son múltiples las consultas que reciben sobre cómo se puede abaratar la factura o si es mejor estar en mercado libre o regulado. Su portavoz reconoció que la medida del Gobierno de rebajar el IVA apenas se ha notado. «Es una rebaja de tres o cuatro euros, cuando la factura se ha triplicado», dijo Rodríguez.
Competencia detecta sobrecostes de hasta el 30 %
u La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aseguró que algunas comercializadoras facturan a sus clientes hasta un 30 % más de lo que deberían en concepto de término de energía medio tras la entrada en vigor de la nueva tarifa eléctrica el pasado 1 de junio.
El cambio tarifario provoca retrasos en la facturación
El pasado 1 de junio entró en vigor el nuevo sistema tarifario, que ha obligado a las compañías eléctricas a cambiar la facturación. Esta situación ha provocado retrasos en la emisión de las facturas, de ahí que algunos clientes aún no la hayan recibido. Desde Endesa explicaron que tienen detectado este problema, que achacan a un error informático, y que está en vías de solución. Desde la compañía entienden la preocupación por parte de los clientes afectados, especialmente en el momento actual en que el precio de la electricidad está en máximos. Por ello, explicaron que en ningún caso se hará una única factura sino que se emitirán todas las que corresponden. Asimismo, el cliente no deberá pagarlas todas de golpe, sino que se podrá abonar de forma prorrogateada.
En cuanto al aumento del coste, desde Endesa recordaron que está en vigor en bono social, al que se acogen unos 14.000 clientes de Balears. La compañía explicó que se realiza una «intensa labor comercial» para asesorar a sus clientes para que obtengan la tarifa más adecuada a sus necesidades.