El mes pasado se firmaron en Baleares 53.229 contratos de trabajo, según los datos que recoge el Institut Balear d'Estadística (Ibestat). Se trata de una cifra que ya roza los niveles de antes de la pandemia, como se aprecia en el gráfico adjunto. El número de contratos firmados en julio de este año es más próximo e incluso superior a los que se registraron en el mismo período de entre 2015 y 2019 que a los cerca de 34.000 de hace un año.
Este dato pone de manifiesto la reactivación de la economía y del mercado laboral balear en plena temporada turística. Más del 85 % de la planta hotelera de Mallorca estaba abierta a finales de julio, según los datos de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM).
Asimismo, prácticamente todas las actividades estaban operativas, aunque la demanda aún está por debajo de la antes de la crisis sanitaria. Con todo, cabe recordar que el ocio nocturno es uno de los sectores que permanece cerrado y que los meses de verano eran los que de máxima actividad.
Pese a que en julio los principales destinos emisores de turistas a Balears endurecieron su calificación del destino; británicos y alemanes han podido seguir viajando a las Islas ya que los que cuentan con la doble pauta de vacunación no deben hacer cuarentena a su regreso. Los menores de 12 años también están exentos de este aislamiento.
En cuanto a la tipología de los contratos, la mayoría de los que se firmaron en julio fueron temporales. Se trata de algo propio de esta época y que no difiere de los años precedentes a la pandemia. El mes pasado se firmaron 44.702 contratos temporales, un 84 % del total. Dos años antes, se registraron 50.426 contratos temporales, que representaban el 84,4 % de todos los firmados en este mes.
Cabe tener en cuenta que esta época del año la gran mayoría de fijos discontinuos ya se han incorporado a sus puestos, por lo que las empresas recurren a la contratación temporal para cubrir el resto de puestos. Sin embargo, esto no significa que no haya abuso de la temporalidad. Hace años que los sindicatos CCOO y UGT denuncian esta práctica. Los representantes de los trabajadores critican que se cubren puestos estables con empleos temporales. En los años previos a la COVID-19 se impulsó un plan de inspección para mitigar esta práctica en las Islas.