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Oportunidades que llegan en tiempos complicados

Ángeles Madrid y Marco Suárez son dos de los 32 empleados indefinidos de la ONCE

Afiliada desde 2020. A pesar de su edad, Ángeles Madrid tiene la energía de un joven. No ha tenido que dejar el trabajo por su enfermedad, pero reconoce que desde que entró en la ONCE como afiliada «soy feliz». | Emilio Queirolo

| Palma |

Pandemia y trabajo no encajan bien. Más bien, son enemigos que han dejado a miles de personas en situación de precariedad, sobre todo a los colectivos más vulnerables. Hay entidades que han peleado hasta el final, ofreciendo ayudas a pesar de todo. Y a pesar de todo hay gente que ha conseguido contratos indefinidos. Y a pesar de todo y de sus discapacidades han podido trabajar.

Ángeles Madrid y Marco Suárez, de 62 y 45 años respectivamente, consiguieron eso que llaman un trabajo para siempre. Ella hace un mes y medio y él desde 2020. Creen en el poder de la palabra salvación cuando nombran a esta entidad. El Grupo Social ONCE firmó 32 contratos en Balears como forma de impulso al empleo de personas con discapacidad. Durante el periodo 2020 mantuvo un estrecho lazo con los 1.245 afiliados, según los resultados que presentaron ayer del Informe de Valor Compartido que agrupa todas las actividades de la entidad.

Optimismo

Si algo les une a Ángeles y Marco es su optimismo. Ángeles Madrid hace poco que ocupa un rincón del Hospital Son Llàtzer. «Me levanto a las 05.00 horas y cojo dos buses, pero estoy feliz. Me encanta mi trabajo», dice agradecida.

Hace dos años que contactó con la ONCE. En su caso, padece una degeneración macular con atrofia. «La vista central la tengo perdida y veo las cosas torcidas», explica. A pesar de ello, eso no le ha impedido trabajar y mantener su autonomía. De hecho, hasta hace bien poco regentaba un negocio de estética y peluquería.

Marco Suárez es un colombiano que llegó a Mallorca hace diez años. Con una lesión medular, que le dejó en silla de ruedas desde 1998 por un accidente, nada le ha frenado. Ni siquiera emplazarse aquí con su madre. Tras seis años buscando trabajo, hace cuatro lo consiguió en la ONCE y desde hace uno es indefinido. «Encontrar un oficio es difícil, sobre todo si eres discapacitado, hay mucho prejuicio social. Yo estoy muy agradecido a la entidad por abrirme las puertas», confiesa.

Su mensaje

Marco y Ángeles lanzan un mensaje contundente: «Nunca renunciéis a vuestros sueños, hay que perseguirlos. Y siempre ser optimistas». De hecho, ella insiste en que «a mí nada me paraliza ni me va a amargar la vida. Soy muy positiva y feliz».

El delegado territorial de la ONCE en Balears, José Vilaseca, quiso hacer ayer, durante la presentación del informe, homenaje a todas las personas vinculadas a la organización: «El 2020 ha sido un año que ha marcado nuestras vidas. Hemos intentado resurgir, dar cobertura social a nuestros afiliados y atender las llamadas». El Grupo atendió el año pasado a 130 personas que viven solas en Balears y ha mantenido sin interrupción las ayudas sociales y de cooperación.

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