Los hospitales de Baleares «están tensionados y la situación es grave». Así de claro lo reconoce el subdirector de Atenció Hospitalària del IB-Salut, Paco Albertí, que destaca que esta situación no está motivada por la pandemia de la COVID-19 sino por otras enfermedades relacionadas con el incremento de la movilidad y la población flotante que hay en estos momentos en las Islas.
Albertí precisa que la presión más elevada se da en las UCI y en Urgencias y reitera que la mayoría no son casos de COVID-19, sino que se ven muchos infartos, ictus, accidentes, etc.
El subdirector de Atenció Hospitalària del IB-Salut destaca que una de las diferencias respecto a otras olas de la pandemia, especialmente de la primera, es que en esta hay muchas otras patologías en las hospitales de las Islas. En este punto, recuerda que en la primera ola, debido al confinamiento, la movilidad era nula nula y la presión en los hospitales principalmente era por pacientes COVID.
El hecho de que ahora se tenga que dar cobertura a muchas otras enfermedades ha motivado un incremento de la presión asistencial, a la que de momento se está dando respuesta gracias al esfuerzo realizado por los profesionales sanitarios.
Ante este panorama, Albertí hace un llamamiento a la ciudadanía para respete las normativas sanitarias, ya que es muy importante mantener el descenso de contagios que se ha iniciado para poder dar un respiro a los hospitales, que este verano compaginan la actividad habitual en esta época con la pandemia.
La situación comenzará a mejorar en los próximos días
En este sentido, avanza que la próxima semana comenzarán a estabilizarse lo ingresos por COVID-19 y a partir de la semana del 16 de agosto podrían comenzar a descender. Sin embargo, se debe ser muy cauto puesto que la variante Delta es mucho más contagiosa.