El dispositivo especial de esta pasada madrugada en Palma para velar por el cumplimiento de las restricciones marcadas por el Govern se ha saldado con la clausura de tres prostíbulos y tres bares de copas y la suspensión de dos party boats.
Según ha informado el Ajuntament de Palma, se realizaron además controles de vehículos en los que se supervisaron 138 turismos. Al finalizar el operativo se han calculado hasta 93 actas de sanción, mayoritariamente por incumplimiento de las medidas antiCOVID, pero también algunas por participación en botellones, una infracción que desde esta semana se castiga con multas mínimas de 1.000 euros.
La operación se centró en evitar las concentraciones para beber en los polígonos industriales, en la Playa de Palma, el Paseo Marítimo, Santa Catalina y Sa Faixina.
La utilización de un dron para detectar las aglomeraciones al cierre de los locales de restauración a las 1.00 horas ha permitido «agilizar la movilización de los recursos policiales».