«El examen de los hechos tal y como ocurrieron no arroja prueba ni indicio alguno de administración desleal». La Audiencia Nacional absuelve a los ex directores generales de Sa Nostra, Pau Dols y Pere Batle en una sentencia dictada ayer en la que considera que su actuación sólo estuvo motivada por la búsqueda de un beneficio económico para la entidad. Los magistrados concluyen que la operación de Son Bordoy fracasó por «razones ajenas a los acusados». Rechaza los delitos de administración desleal y apropiación indebida por los que la Fiscalía reclamaba cuatro años de cárcel a los ex directores generales, defendidos por el abogado Eduardo Valdivia; al exdirectivo de Invernostra, Rafael Oliver, representado por Llorenç Salvà y al ejecutivo de Gual, Francisco Javier Collado, representado por el abogado Jaime Campaner. También estaban en juego indemnizaciones millonarias, de cincuenta millones, según la Fiscalía y de 90, según la Sareb.
La resolución señala que la operación de Son Bordoy surgió ante los problemas que tenía Sa Nostra por la situación de insolvencia en la que estaban Fbexgarbal e Ibercom, las dos empresas que eran dueñas de los terrenos y que tenían sendas hipotecas millonarias con la caja desde el año 2005. Ahí se decidió recurrir al fallecido Martín Gual para que intentara reconducir la situación. En ese proceso, «se ofreció la información necesaria a los órganos colegiados del Grupo encargados de aprobar la financiación».
La Sala también considera «indudable» que «había un compromiso serio por parte de Martín Gual y de sus empresas para realizar el proyecto» y añade que se hizo una gestión que revalorizó los terrenos al conseguir triplicar su edificabilidad. El fracaso posterior de la operación no fue culpa de los acusados sino de otros factores, añaden los magistrados.
La sentencia se basa en numerosos correos electrónicos que reflejan, según la Sala, que la intención de la operación no era, en ningún caso, la de defraudar la caja sino todo lo contrario. Otro dato que decanta a los jueces por la absolución es el hecho de que Gual perdió dinero con todo el proceso de Son Bordoy y que terminara arruinado y que nadie se enriqueciera con estos hechos.