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El largo viaje de los microplásticos hasta Baleares

¿Está la industria petroquímica detrás del vertido de pellets que llegan en masa a las Islas?

Este es el resultado de una jornada de trabajo en una playa de Menorca. | Per la mar Viva

| Mahón |

La contaminación de nuestro mar ha cambiado radicalmente de los últimos lustros, y en consecuencia también la lucha por su supervivencia. Últimamente está muy de moda la concienciación contra los microplásticos, un importante problema mediambiental que además comporta implicaciones sobre la salud de las personas.

En este contexto llama la atención una reciente acción conjunta de varias organizaciones con una aportación balear decisiva; la entidad menorquina Per la Mar Viva ha contribuido a arrojar luz sobre el viaje hasta Baleares de una clase de agente contaminante muy particular: los pellets, microplásticos primarios del tamaño de una lenteja que son la materia prima para la fabricación de productos de plástico. Su presidente Carlos Salord agradece la sensibilidad de las instituciones, aunque a menudo «siguen fallando en lo básico».

Hay quien está convencido de que su llegada a nuestras costas está estrechamente ligada a la actividad petroquímica de Tarragona, uno de los principales motores industriales de la provincia catalana y el principal centro de estas características en todo el sur de Europa.

Una expedición de Good Karma Projects, organización que se define como «entidad sin ánimo de lucro» que busca «inspirar a la sociedad a adoptar un estilo de vida más saludable y respetuoso con el medioambiente», pretende obtener evidencias científicas que avalen la necesidad de una legislación más contundente contra este tipo de material.

Se trata de un trabajo científico que sigue varias líneas de trabajo, e investiga cómo las corrientes arrastran los polímeros mar adentro. Con esta idea en mente zarpó en el Majoqui un equipo integrado por miembros de Good Karma Projects y Surfrider Foundation Europe.

«Han sido diez días ambiciosos realizado muestreos de pellets en mar abierto con una manta de arrastre de fabricación propia», y que han compaginado con recogidas a pie de arena en playas de Mallorca y Menorca, explica el portavoz Albert Font.

El experto califica los hallazgos de iniciales de «muy preocupantes». «Se han podido observar que en un radio de 30 millas de Tarragona hay una cantidad importante de pellets flotando en el mar y estos también se han encontrado en las playas de Mallorca y Menorca, donde no hay presencia de la industria del plástico y en cambio se han encontrado estos materiales en grandes cantidades».

Cantidades que se dimensionaron gracias a la actuación conjunta con la entidad Per la Mar Viva en la playa de Cavalleria, al norte de Menorca. La labor de esa jornada arrojó una densidad de hasta 6.250 pellets y otros tipos de microplástico por metro cuadrado, calculando lo recogido en base a la extensión de la playa.

Ahora llega el trabajo de los técnicos, que lo realizarán los científicos de la Universitat de Barcelona, para evaluar y catalogar todos los hallazgos.

Sobre la campaña se pronuncia Carlos Salord, presidente de la mencionada asociación balear, que destaca el objetivo empírico de esta iniciativa para dotar de argumentos a los legisladores a favor del medio marino y natural.

«El problema es grave, especialmente en la zona norte de Menorca. Sabemos que la playa de La Pineda (Vila-seca, Tarragona) bajo determinadas condiciones de viento y marea queda totalmente blanca, como si hubiera caído granizo. Algo así pasó en nuestra propia playa de Cavalleria el 30 de agosto del año pasado. Queremos llegar a la raíz del problema, y por eso hemos creado un triángulo de trabajo entre Tarragona, Mallorca y Menorca».

Salord apunta que la llegada de los pellets a las Islas se incrementa de forma notable cuando se producen fuertes precipitaciones en la costa tarragonina. «Dos o tres días después de una buena lluvia los vemos aparecer por aquí. También con los temporales de Mestral», precisa.

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