Fraude de ley. Así resumen los interinos de Mallorca afectados por la ley que reducirá la temporalidad del sector público en los próximos tres años. Diversas trabajadoras han explicado a este medio por qué este decreto «no soluciona el problema actual» y es una «ilegalidad» por los puntos planteados en la convocatoria.
Sonia González, de 46 años, lleva desde los 29 en el Consell como interina. Antes había pasado por el IBSalut, «con contratos precarios por días, semanas o con suerte meses», lamenta. Su situación laboral desde 2005 en la institucional insular la denomina como «indefinida no fija», es decir, «estoy ocupando una plaza que no existe porque nunca ha salido a concurso-oposición. Somos más de 250 trabajadores en la misma situación que la mía». Valora de forma «negativa» el decreto porque, «a pesar del esfuerzo no arregla el problema del personal laboral actual. Podrían haber sacado oposiciones en 2008, 2009, 2010... para regularizarnos pero no ha sido así».
Un alto porcentaje de trabajadores del Ajuntament de Palma se encuentra en una situación de «abuso» por temporalidad. Así lo confiesa Margarita Torres, de 54 años, quien lleva once años y medio en el área tributaria. «Con este concurso-oposición, nuestros puestos peligran. Estamos en total desventaja y el Gobierno no valora nuestra experiencia».
El proceso selectivo adopta una fase de concurso con un 40 % de la puntuación total que tiene en cuenta la experiencia. A pesar de ello, los interinos no consideran que esto sea positivo ya que, «si no se aprueba la parte jurídica e informática, no pasas».
Pruebas «absurdas»
Isabel Cruces, de 49 años, es docente desde hace más de 20 años. Licenciada en Biología y Química, es profesora de ciclos formativos sanitarios. Ha intentado en muchas ocasiones sacarse la plaza, pero «me parecen pruebas absurdas que no demuestran o garantiza que un profesor sea bueno». Recuerda que son 72 temas que estudiar y critica que en el caso del profesorado de la sanidad «se nos obliga a aprender siete u ocho especialidades, cuando ni el tribunal las domina». Isabel Cruces asegura que siente «incertidumbre» a partir de este mes de julio. Desde 2000 ha estado rodando por la bolsa de interinos.
Las trabajadoras entrevistadas coinciden en otra problemática y es la inexperiencia que se crearía si los veteranos pierden la plaza. «La media ronda los 45-50 años del personal interino», señala M.A.F, de 52 años y trabajadora del Ajuntament de Calvià. La mayoría son mujeres con una edad media. «Yo llevo 12 años y nadie me ha regalado nada. Ahora pretenden que mi antigüedad no tenga validez».
Confían en que el decreto «tenga poco recorrido porque se impugne. No vale bajar la temporalidad a cualquier precio ni dejar cadáveres por el camino», sostienen Elisabet, compañera de Margarita en el Ajuntament de Palma. Informan que en esta institución hay un 30 % de interinos, mientras que en el Consell de Mallorca es superior al 80 %.
Así, defienden que la propuesta «incumple la ley y va en contra de la normativa europea. Y reivindican su trabajo y sus años en el Cuerpo durante años.