Desde la una de la madrugada de este domingo y a lo largo de 24 horas, la treintena de migrantes que llegaron en patera a Mallorca el sábado por la tarde permanecieron agolpados en el suelo del garaje de la Policía Nacional desamparados por el Govern. Se da la circunstancia de que cuatro de ellos dieron positivo en COVID-19 y el resto debía permanecer confinado y en aislamiento.
Todo comenzó cuando estas personas llegaron el sábado por la tarde a la Estación Marítima de Palma procedentes de dos embarcaciones tipo patera que fueron detectadas en aguas del archipiélago de Cabrera unas horas antes. En concreto, en la primera embarcación se rescataron a una mujer y 16 varones, mientras que en la segunda viajaban otra mujer y 14 hombres.
Tramitación
A su llegada, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía iniciaron la incoación de los expedientes de expulsión, mientras que el personal sanitario y las ONG se hacían cargo de los recién llegados. En ese momento, uno de hombres dio positivo en COVID-19 y fue trasladado al hospital. Los otros 31 migrantes restantes, con el protocolo sanitario en la mano, debían ser aislados y confinados.
La Policía Nacional y las ONG contactaron con el Govern (Conselleria de Salut) y expusieron los hechos. A la una de la madrugada, nadie de la institución autonómica había dado respuesta. Ante esta grave situación, por humanidad y sentido de la responsabilidad, los mandos policiales ordenaron trasladar a los migrantes al garaje de la Jefatura para que no pasaran la noche a la intemperie. Ayer por la mañana saltó otra sorpresa: otros tres desplazados dieron positivo en COVID-19.
La Policía Nacional y las ONG volvieron a llamar al Govern para informar de la situación, pero Salut respondió que no tenía espacios disponibles.
Fuentes sindicales policiales sostuvieron que el Govern no quería juntar a los migrantes de las pateras con los estudiantes del megabrote en el hotel COVID por miedo a la repercusión internacional que podría generar esta medida. De ese modo, los recién llegados, que deberían permanecer en cuarentena, estuvieron más de 24 horas en el suelo de hormigón de un garaje custodiados por los agentes.
A última hora de ayer, estas personas fueron reubicadas en diferentes hospitales y hoteles, pero no en el Bellver de los estudiantes.
El Sindicato Unificado de Policía puso el grito en el cielo y reclamó que se articulen infraestructuras adecuadas para atender a estas personas con las medidas de seguridad y protección.
«Los migrantes llevan 24 horas tirados en el suelo»
«La gestión por parte del Govern balear y la Delegación del Gobierno sigue siendo la improvisación. Las dependencias policiales no cumplen las mínimas medidas de protección y seguridad para los policías ni para las personas que han llegado en patera. Llevan horas tirados en un suelo de cemento. Pero el Govern los quería dejar a la intemperie», comentan los sindicatos.