El Govern anunciará esta tarde cambios en las condiciones actuales que empresas y autónomos deben cumplir para poder acceder a las ayudas estatales de 855 millones para paliar los efectos de la pandemia. La presidenta del Govern, Francina Armengol, presidirá la Mesa de Diálogo Social, en la que participan patronales y sindicatos, para abordar esta cuestión.
El objetivo del Ejecutivo es que las ayudas lleguen al mayor número de empresas posible y no dejar perder este dinero. El próximo lunes, en principio, finaliza el plazo para solicitar las ayudas, pero los empresarios ya reclamaron ayer que se amplíe. De un universo de más de 30.000 empresas y autónomos susceptibles de acceder a este fondo estatal, el lunes solo se habían presentado alrededor de 4.000 solicitudes. De ahí que se plantee modificar la convocatoria.
En cualquier caso, los requisitos de acceso están fijados por el Gobierno de España. El margen de maniobra de las autonomías es limitado, que sí pueden ampliar los sectores que se pueden acoger a las ayudas.
El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, aseguró que el Ejecutivo autonómico «tomará las medidas oportunas» para beneficiar al mayor número de empresarios. El conseller, cuyo departamento es el encargado de gestionar las ayudas, no concretó en qué sentido serán los cambios, aunque avanzó que se pactarán previamente con los agentes sociales y económicos. Asimismo, indicó que según las «conversaciones constantes» que mantienen con otras comunidades, como Canarias y Valencia, el porcentaje de solicitudes registradas en ambas comunidades «es muy similar» al de las Islas.
La presidenta de CAEB, Carmen Planas, además de pedir ampliar el plazo más allá del 28 de junio para presentar las solicitudes, reclamó que se flexibilicen los requisitos de acceso. Mostró su «preocupación» porque desde el 14 de junio, fecha en que se abrió el plazo para solicitar estas ayudas, solo un 12 % del tejido productivo las ha solicitado. Por ello, hizo un llamamiento para que empresas y autónomos de Balears «puedan aprovechar hasta el último euro de la totalidad de estas ayudas». Indicó que, según la evolución de las solicitudes, que en el segundo días ascendieron a 2.500 pero que siete días después solo eran 4.000, «revela que los términos en los que están aprobadas las ayudas están suponiendo un obstáculo para gran parte de nuestro tejido productivo».
El presidente de PIMEM, Jordi Mora, también mostró ayer su preocupación por el hecho de que las ayudas no se puedan aprovechar al máximo, por lo que animó a empresas y autónomas a presentar las solicitudes lo antes posible. En su opinión, las principales razones que pueden explicar el «bajo número» de peticiones, son tres.
Dificultades
En primer lugar, es que las empresas no tienen deudas y se da la circunstancia que están más o menos al día en cuanto a las deudas generadas a corto plazo. Mora detalló que muchas empresas han tirado de tesorería propia, reservas o incremento de capital social, por lo que no cumplen con los requisitos exigidos. El segundo factor que dificulta el acceso a las ayudas, para PIMEM, es que en 2019 muchas empresas y, especialmente pymes, ya tuvieron una base imponible del Impuesto de Sociedades negativa con sus correspondientes pérdidas. Finalmente, la patronal sostiene que muchas empresas tienen deudas con Hacienda y la Seguridad Social, lo que también hace imposible acceder a las ayudas.
También el PP se sumó a la petición de flexibilizar los requisitos. El secretario general de la formación en Balears, Toni Fuster, quien criticó que las ayudas «llegan tarde», reclamó que se fije como única condición la caída del 30 % de la facturación y que puedan acogerse todo tipo de actividades económicas que acrediten esta caída.