«Yo me vacuno con AstraZeneca por todo lo que he oído en los medios y porque le pregunté al enfermero que me pinchó la primera dosis y él dijo que se pondría la misma». Araceli Nieto, trabaja en la cocina de un hospital. Es una de las profesionales esenciales, menores de 60 años que se vacunó con el suero de Oxford el pasado 18 de febrero, antes de que la crisis al detectar trombosis graves en casos extraordinarios hiciera cambiar las recomendaciones de su uso. Desde entonces han pasado 15 semanas «yo creo que ha caducado», sonríe, pero no ha dudado en reincidir, junto con otras 1.300 personas citadas ayer, en las nuevas seis líneas abiertas ad hoc en el Hospital Son Espases.
«Yo me pongo AstraZeneca porque la mayoría de los estudios se han hecho con las dos dosis de la misma vacuna, aunque los haya combinados no ha dado tiempo a probar con tanta gente para saber si era fiable». Nuria Naranjo es técnico de farmacia y tenía ganas de completar la pauta. «Ha habido mucha histeria colectiva con esto. Lo han llevado muy mal», reconoce. Llegó a plantearse no ponerse la segunda dosis pero «cuando me lo ofrecieron no me lo pensé».
«Yo me vacuno con AstraZeneca porque la Agencia Europea del Medicamento lo recomienda». Vicenç Alemany es un farmacéutico «con ganas de salir de esto», que advierte que tener que firmar un consentimiento informado por seguir con lo que dicta la ficha técnica del medicamento «es una barbaridad».
«Yo me pongo AstraZeneca porque como te dan la opción de elegir prefiero llevar las dos vacunas igual. Todos mis amigos farmacéuticos nos ponemos la misma». Natalia Rigo tenía la segunda cita con la campaña de vacunación el 30 de abril y, aunque un mes tarde, lo ha conseguido. «Ha pasado mucho tiempo pero se supone que sirve igual, intento confiar en la sanidad y en la vacunación porque es la única solución», asevera.
Incidencias
Son Espases inauguró ayer el nuevo vacunódromo de las Islas que en un principio está pensado para poner estas segundas dosis pero que con el tiempo se sumará a inocular a la población general. Paradójicamente, en cinco de sus seis líneas se completará la pauta con AstraZeneca, mientras que sólo una acogerá al 15 % de personas que seguirán la recomendación del Ministerio y se pondrán Pfizer.
Las colas en Son Espases no fueron desdeñables. Ayer, además de farmacéuticos u otro tipo de personal sanitario, se citó a todo el cuerpo de la Policía Nacional. «Llegan en turnos de 120 personas a la hora, se nos pidió hacer el esfuerzo para terminar hoy y no dejar de dar su servicio a los ciudadanos y por eso es más particular logísticamente», explicó el gerente del Hospital Son Espases, Josep Pomar.
Sin embargo, la tormenta que cayó la noche anterior hizo caer el sistema informático y el volcado de datos tuvo que hacerse manual, lo que retrasó la campaña y generó colas y malestar, según explicaron fuentes policiales.