Los padres de los once alumnos que están a punto de finalizar los estudios de sexto curso del grado de danza del Conservatori Profesional de Música i Dansa de Mallorca reclaman poder entrar en la actuación de final de curso. Un evento con el que sus hijos darían por finalizada su formación en el centro palmesano. Las restricciones por la COVID referidas al ámbito educativo les impiden estar presentes en esta actuación, que por tradición ha contado con la presencia de las familias después de diez años de estudios. Esta situación en los alumnos de danza se repite también en el caso de los estudiantes de música.
Diana Blanca y Juan Carlos Coll representan a los padres de algunos de los alumnos de danza que están a punto de graduarse. «Hemos pedido que se celebre la graduación solo de los alumnos de danza y que podamos estar presentes los padres. Seríamos solo 22 alumnos en el auditorio del Conservatori».
Los progenitores denuncian que en el mismo espacio «se están celebrando los conciertos de SimfoVents, la banda municipal de Palma, que permite el acceso de casi 200 espectadores».
Pese a que han mandado cartas al director del centro y a la Conselleria d'Educació, hasta ahora no han recibido respuesta. La frustración paterna es palpable: «Nuestros hijos han realizado un gran sacrificio y quieren mostrarnos su evolución».
El pasado viernes la Conselleria d'Educació publicó las nuevas instrucciones para los actos de fin de curso, en las que se señala que se pueden celebrar eventos en interiores sin superar el 50 por ciento de la capacidad máxima autorizada.
Adaptarse a los requisitos
El director del Conservatori, Josep Romero, señala que «la actuación de los alumnos está prevista. Otra cosa es la presencia de los padres. Tenemos que ver cómo adaptamos todos los nuevos requisitos para coordinarnos».
Tras las nuevas instrucciones de Educació, ahora «falta que los departamentos presenten la organización de accesos, controles, etc. para luego elevar la petición al inspector de referencia así como marca la nueva normativa», dice Romero. El director advierte que «durante este curso los centros educativos han estado cerrados a los padres» por seguridad. Otro caso es el de SimfoVents: «Es el auditorio quien los gestiona estos conciertos», que no se rigen por las mismas restricciones que la comunidad educativa.