El colegio de Montesión, el centro docente abierto más antiguo del mundo, se está preparando para afrontar varios proyectos que transformarán el uso de este edificio. Cuando deje de ser educativo acogerá una residencia de ancianos y un museo sobre la contribución de Montesión a la sociedad civil mallorquina. Los alumnos se trasladarán a un nuevo centro en Son Moix.
Este año se ha previsto iniciar la rehabilitación arquitectónica del claustro y zonas aledañas, así como la iglesia. Al mismo tiempo, se prevé el inicio de las obras de construcción del nuevo colegio de Montesión, en Son Moix, que reubicará a los 450 alumnos de Bachillerato y FP, cuya mudanza está prevista para septiembre 2024
Esta rehabilitación arquitectónica incluye la iglesia, espacios adjuntos, la sacristía, pisos superiores, claustro y otras dependencias, y pondrá remedio a «grietas y humedades, así como otras patologías de los edificios».
Traslado
En septiembre de 2024, cuando ya no haya alumnos, la comunidad de jesuitas se trasladará a las dependencias que están sobre la sacristía. Y aquí entra en juego el tercer proyecto del colegio Montesión: se iniciarán las obras para convertir el edificio en una residencia de tercera edad para 2027. «El colegio siempre ha estado al servicio de la sociedad y mantendrá su labor asistencial», cuenta el padre Javier Monserrat, que calcula que se acogerán entre 120 y 140 mayores.
El claustro y ocho salas anexas acogerán un museo con la exposición ‘El colegio de Montesión: su contribución al nacimiento de la sociedad civil mallorquina', que desgranará los inicios de la Compañía de Jesús en Mallorca, el lulismo o el papel del padre Nadal. El salón de actos, además, acogerá la gran biblioteca con libros del siglo XVII.
El último proyecto será la rehabilitación de la iglesia, de estilo barroco y gran valor histórico. Se terminó se construir en 1682. La idea es que el interior del templo recupere el color original de sus columnas y bóvedas y se restaurará el retablo mayor.
El despacho de arquitectos de Guillermo Reynés, padre e hijo, se encargará de los proyectos de este emblemático edificio del Casc Antic, así como de la construcción del nuevo edificio de Son Moix. «Guillermo Reynés padre cuenta con una gran experiencia en la rehabilitación de edificios históricos. Durante 38 años fue el arquitecto oficial de la Diócesis de Mallorca», explica Monserrat. Ahora se está llevando a cabo un vaciado de las salas para que estén listas para la obra. Su inicio dependerá del permiso definitivo del Ajuntament. Suponemos que a final de año podríamos empezar a trabajar».
Por su parte, la asociación ARCA ha recibido por parte de Motesión las propuestas que están en marcha sobre la reforma del edificio. ARCA ha solicitado que las propuestas cuenten con la ficha de catálogo y respeten los valores propios del edificio.
rehabilitación artística.