Una de las novedades más importantes que ha incorporado el Govern en el decreto ley de modificación de la Ley de Vivienda es que los inspectores no tendrán que identificarse de entrada y podrán hacer sus labores de inspección bajo otra identidad, según explica Eduardo Robsy.
Esta es una herramienta clave para detectar a los defraudadores y a quienes traten de vender o alquilar viviendas que no presentan condiciones de habitabilidad. Hasta ahora, ante el inicio de cualquier investigación, los inspectores debían identificarse como tales, lo que dificultaba enormemente su trabajo.
En un anuncio de un portal de internet debían enviar un mensaje al propietario advirtiéndole de que eran inspectores del Govern que querían verificar las condiciones del piso anunciado. La consecuencia era que el anuncio de la vivienda desaparecía de inmediato. Ahora ya no será así y los inspectores podrán trabajar de incógnito, como ya hacen los que durante todos estos meses han practicado inspecciones de turismo y de consumo para ver si los establecimientos cumplían las restricciones por la pandemia.
Robsy señala que este anonimato de los inspectores será también muy importante en la compraventa de VPO, que deben hacerse al precio que marca la administración. En algunas de estas transacciones puede que haya dinero negro de por medio y de esta forma se detectará con mayor facilidad, según el director general.
De esta manera, los inspectores tendrán más herramientas para detectar otras infracciones en materia de vivienda, como por ejemplo los incumplimientos que puedan hacer los grandes tenedores, al no tener que identificarse previamente y poder actuar de incógnito o bajo una identidad encubierta que les dé más garantías.