Baleares aún no tiene fecha para la reactivación de la llegada de cruceros, paralizada desde la irrupción de la pandemia en marzo de 2020. «No se han hecho los deberes y llegamos muy tarde», aseguró ayer el presidente de PIMEM y de la plataforma ‘Sí als creuers', Jordi Mora, quien dio un «toque de atención» al Govern y a la Autoritat Portuària de Baleares».
Representantes de la plataforma, integrada por más de 50 entidades, ofrecieron ayer una rueda de prensa para apremiar a las instituciones que elaboren y aprueben un protocolo de seguridad que permita reactivar la llegada de cruceros nacionales a los puertos de las Islas. Mora indicó que Canarias, Andalucía, Murcia, Valencia y Catalunya, por este orden, ya lo han aprobado, por lo que Baleares «es el único destino del Mediterráneo que no cuenta con este protocolo». «Estamos perdiendo oportunidades», lamentó.
La plataforma ya remitió una carta a las administraciones de las Islas para manifestar su preocupación sobre esta cuestión y en los últimos meses se han mantenido reuniones y negociaciones. Sin embargo, por el momento no se ha concretado nada.
Planificación
Mora insistió en la importancia de aprobar este protocolo cuanto antes porque el turismo de cruceros «necesita previsión y planificación». Recordó que las navieras necesitan entre dos y cuatro meses de antelación para preparar la comercialización de los cruceros.
La portavoz de la plataforma y de la asociación de guías turísticos, Álex Fraile, por su parte, detalló los protocolos que ya han implantado algunas compañías. «No hay corredor más seguro que el que ofrecen los cruceros», dijo, al tiempo que aseguró que desde el 15 de agosto de 2020, estas embarcaciones han transportado a más de 400.000 pasajeros «con una escasa incidencia de COVID». Elogió el «esfuerzo» de las navieras para aplicar protocolos propios que incluyen una reorganización de los bufets, vacunación a la tripulación y test de antígenos a los pasajeros.
Balears no recibe cruceros nacionales ni internacionales, mientras que Canarias sí que permite la escala de barcos que solo hacen escala en puertos españoles. Sobre los que visitan varios países, Fraile alertó del «riesgo de perderlos». «No entendemos porque un alemán puede venir en avión, pero no en crucero, donde hay más seguridad y son grupos burbuja», sentenció.
Trabajadores, agencias de viajes, consignatarios, transportistas y vecinos de Palma visibilizaron este jueves su apoyo a los cruceros.