La asociación Cayume, con la colaboración de la Cofradía del Puerto de Andratx y la Lonja de Palma, ha logrado recuperar más de 100 huevos de peces en aproximadamente un año. Los pescadores, cuando revisan y limpian su mercancía, en ocasiones se encuentran huevos en el interior de algunas de sus capturas: es en este momento en el que empieza el trabajo del proyecto ‘Eggcase 2020'.
Los huevos recuperados son incubados y revisados por parte del equipo técnico durante su desarrollo y, una vez finalizado el ciclo, se lleva a cabo la reintroducción de los peces en el mar. En el mes de septiembre nació el primer ejemplar de raya de un huevo recuperado de pesca accidental y a día de hoy el número asciende a 13, entre rayas y tiburones.
El objetivo es proporcionar una segunda oportunidad a los huevos de estas especies pescados de manera accidental. En el mes de noviembre, el equipo de Cayume liberó seis ejemplares de raya de este proyecto en Cala Egos, Andratx. Se trataba de individuos de entre 25 y 50 días de vida y de tres especies diferentes: raya de clavos (Raja clavata), raya de espejos (R.miraletus) y raya pintada (R.montagui). Una vez liberadas, el equipo comprobó cómo los peces se enterraban en la arena, confirmando así su correcta adaptación al nuevo medio.
Este tipo de proyectos son muy necesarios, ya que os tiburones y las rayas son los grupos de especies que han sufrido una regresión más grande en Baleares y en el Mediterráneo durante las últimas décadas.
El presidente de Cayume, Guillem Félix, explicó a los medios de comunicación que la importancia de contribuir a la conservación de tiburones y rayas radica en que, además de que la mayoría de ellas están en peligro, «se sitúan en la parte superior de la cadena trófica». Esto significa que «son biodindicadores muy importantes del estado del mar y al mismo tiempo son controladores de otras especies, porque al ser depredadores, controlan que no aumenten demasiado y contribuyen a mantener el equilibrio».