La CUP resurge en Mallorca. A la agrupación de Palma, constituida en 2015, hay que sumarle la agrupación CUP Tramuntana, creada hace casi un año, y próximamente se prevé que se constituyan las agrupaciones de Llevant y el Pla. El objetivo es consolidar la organización y prestares a las elecciones autonómicas previstas para el 2023.
Entre sus impulsores están Agnès Ambrós, que fue la vicepresidenta de la Assemblea Sobiranista de Mallorca; Miquel Carbonell, miembro del grupo de música Al-Mayurqa; o el activista vinculado a distintas entidades civiles Manel Domènech, por ejemplo.
CUP son las siglas de Candidatura d'Unitat Popular. Creado en Catalunya –se popularizó en el resto del Estado a raíz del papel que jugó en los años del ‘procés': forzó que Carles Puigdemont y no Artur Mas asumiera en 2016 la presidencia de la Generalitat; presionó para que se convocara el referéndum de autodeterminación de 2017, apostó por la desobediencia ante el Estado, etcétera–, se define como una formación municipalista que otorga el protagonismo y el poder de decisión a las bases, a la militancia. Es uno de sus principios y suele reivindicarlo. En este sentido, sus impulsores en Mallorca quieren dejar claro que no es que la CUP «haya desembarcado en Mallorca» procedente de Catalunya, sino que se constituye a partir del deseo (de los isleños) de organizarse. «Lo estamos tejiendo desde la base», aseguran.
Otra idea básica de la ideología de CUP es la reivindicación de los Països Catalans (Catalunya, Balears, el País Valencià y la Catalunya Nord). Domènech señala que la constitución de la CUP Mallorca encaja y responde al mismo tiempo a la voluntad de la CUP de «construir Països Catalans».
La constitución de cuatro agrupaciones hará que Mallorca disponga de una «territorial» [es un órgano interno del partido] dentro de la CUP, lo que se traduce en que estará presente en el máximo órgano de gobierno de la formación, el Consell Polític Nacional.
Desencantados de izquierdas
La CUP Mallorca también se presenta como una alternativa a la izquierda balear institucionalizada. «Dicen [en referencia a Més, Unidas Podemos y el PSOE] que son de izquierdas, pero gobiernan desde 2015 en las principales instituciones y reabren canteras, construyen parques fotovoltaicos en rústico, hacen autopistas, ultiman la ampliación del aeropuerto o desahucian a inquilinos de pisos del Ibavi. ¿Son de izquierdas? Sus obras les delatan».
«Creemos que hay un espacio político desatendido. Hay gente que o ni siquiera va a votar o que vota con una pinza en la nariz», añaden. Su objetivo es captar la atención de estos electores de izquierdas desencantados con la «tibieza» de los partidos tradicionales. «¿Elecciones de 2023? Veremos; estamos afilando las herramientas, el partido».