Las actuales restricciones para frenar la propagación del coronavirus se mantendrán casi intactas en Mallorca a partir del próximo lunes. El objetivo no es otro que continuar con la situación sanitaria bajo control, llegar a junio con unos óptimos indicadores epidemiológicos y poder iniciar la temporada turística de forma tranquila y sin dar marcha atrás. Es el mensaje que compartieron ayer Govern, patronales y sindicatos tras la reunión de la Mesa de Diálogo Social.
De este modo, el Consell de Govern de este miércoles aprobará prolongar el cierre del interior de bares y restaurantes al menos durante otros 15 días a partir del lunes. Tampoco se flexibilizará la actividad en las terrazas, donde se mantendrá la ocupación al 50 %, mesas de cuatro personas de dos núcleos familiares, y horario hasta las cinco de la tarde.
El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela; los secretarios generales de CCOO y UGT, José Luis García y Lorenzo Navarro, respectivamente; el vicepresidente de CAEB, Rafael Roig; y el presidente de PIMEM, Jordi Mora, coincidieron en que se trata de medidas «duras pero necesarias», al tiempo que insistieron en que están «avaladas» por las «buenas» cifras de contagios registradas en las Islas. Si bien los representantes de CAEB y PIMEM admitieron las dificultades que atraviesa el sector de la restauración y que hubieran preferido una mayor apertura, fueron las respectivas sectoriales de cada patronal las que pusieron el grito en el cielo por la prórroga de las restricciones.
Indignación
Desde PIMEM Restauración expresaron su «más contundente» oposición y aseguraron que las limitaciones en el sector «son fruto de posturas y decisiones netamente políticas». La asociación recordó que en meses anteriores, con una peor situación sanitaria, la apertura era mayor, como ocurre en la actualidad en otras comunidades. Criticaron, demás, que los clientes de los hoteles sí que pueden usar el comedor interior para comer y cenar. Denunciaron la toma de decisiones «unilateral» en la Mesa del Diálogo Social y concluyeron que «lo único que se prorroga y se agrava es el perjuicio irreversible a nuestro tejido empresarial».
Por su parte, CAEB Restauración también había reclamado una suavización de las medidas por la «estabilidad» de la situación sanitaria. Apostaban por una apertura del 30 % de los interiores ya que «hay muchos establecimientos que no tienen terraza y no generan ningún ingreso, por lo que muchos se verán abocados al cierre». Solicitaban, también, poder servir cenas.
Negueruela explicó que esperan los datos de contagios de los próximos días, cuando se conocerá el efecto de las vacaciones de Semana Santa. En cualquier caso, la próxima semana se iniciarán reuniones para abordar la desescalada en el sector de la restauración.