El puerto de Ciutadella y el aeropuerto de Menorca han registrado estos días la llegada de turistas, principalmente procedentes de Mallorca, lo que ha animado la ocupación de los pocos hoteles abiertos en esta anómala Semana Santa, aunque sin llegar a colgar el cartel de completo. Hay que tener en cuenta que los 27 hoteles abiertos suman alrededor de 1.200 plazas turísticas, lo que representa tan solo el 2,2 por ciento de la capacidad alojativa de Menorca, donde, viviendas turísticas al margen, con toda la planta abierta se superan las 53.000 plazas de alojamiento.
La gran mayoría de los 27 establecimientos abiertos son hoteles de interior y agroturismos, con pocas habitaciones y que abren todo el año. Prácticamente no ha habido ninguna apertura con motivo de una Semana Santa en que el cierre perimetral de las comunidades autónomas españolas y la escasa oferta de vuelos desde el extranjero han hecho que el 90 por ciento de los clientes, según estimaciones globales de la Asociación Hotelera de Menorca, sean mallorquines y en menor medida menorquines de turismo doméstico.
Establecimientos hoteleros consultados este domingo mostraban una satisfacción comedida con la marcha de la Semana Santa, con ocupaciones que se mueven entre algo más del 50 por ciento y el 90 por ciento.
Las estancias son cortas y en la mayor parte de los casos después de la Semana Santa vuelven a caer, por lo que se aventura un repunte de actividad muy corto que volverá a reducirse pasado el periodo festivo, a la espera del inicio de una temporada turística rodeada de incertidumbre.
La presencia de extranjeros en los hoteles es mínima. Hay clientes de otras comunidades, como Madrid, en muchos casos porque llegaron a Menorca antes de que se aplicara el cierre perimetral.