El titular alemán del Interior, Horst Seehofer, volvió a llamar este martes a renunciar a desplazamientos innecesarios, ante la imposibilidad legal de prohibir los viajes vacacionales al extranjero, y de darse, a aplicar las herramientas disponibles para controlar la pandemia.
«Yo también recomendaría renunciar a viajes vacacionales por propia seguridad», dijo en una rueda de prensa, donde precisó los controles del tráfico transfronterizo en relación con la pandemia del coronavirus.
El ministro señaló que una prohibición generalizada de salida del país no es constitucionalmente posible en la actual situación, entre otras cosas por existir herramientas para controlar la pandemia.
En ese sentido, Seehofer se remitió al testeo, al registro electrónico de ingreso en el país y a la cuarentena.
Recordó que la pasada medianoche entró en vigor la obligatoriedad para todos los que viajen en avión de presentar un test negativo independientemente de la región de la que procedan y de si ésta está considerada zona de riesgo por mutaciones o por nivel de incidencia.
Esta medida, vigente hasta el próximo día 12, se justifica al ver «un considerable riesgo de contagio», por tratarse sobre todo de «destinos turísticos donde coinciden muchas personas de todo el mundo», dijo.
La obligatoriedad de presentar un test negativo fue introducida como respuesta a la avalancha de reservas a Mallorca después de que las Baleares dejaron de ser consideras zonas de riesgo por COVID-19.
El presidente de la policía federal, Dieter Romann, precisó que son válidos los test PCR y los test rápidos de antígenos y podrán serlo también los de autodiagnóstico «siempre que hayan sido realizados en presencia de una persona cualificada» que lo confirme «por escrito» para que se tenga certeza de «cuándo y dónde se realizó» la prueba.
«No hay vuelo sin test negativo», resumió Seehofer y agregó que es obligación de las aerolíneas no aceptar a bordo a personas que no presenten la correspondiente prueba.
Precisó que la policía hará en los aeropuertos controles aleatorios de aquellas personas procedentes de la zona Schengen, mientras que los pasajeros de terceros países serán todos controlados.
En tanto, en las fronteras intracomunitarias se intensificarán asimismo los controles aleatorios en el tráfico por carretera y sólo en la frontera hacia República Checa, donde la situación epidemiológica «todavía no es estable», se seguirán controlando todos los vehículos, medida que ya se ha podido levantar en la frontera con el Tirol austríaco.
Subrayó que todas las medidas adoptadas tienen como objetivo «evitar la entrada del virus» y agregó que todas las restricciones temporales que eso conlleva son «imprescindibles».
Expresó su deseo de que para el verano la situación sea otra, porque lo contrario significaría que las actuales medidas no han ayudado, dijo.
No obstante, rechazó hablar de fechas y señaló que en una situación de pandemia, «en la que las interacciones son difíciles de evaluar», prefiere no trabajar con un calendario.