«El incremento de la incidencia de casos todavía está relacionado en muy alto grado con brotes identificados». Margalida Frontera, asesora del Govern para la desescalada, explicó ayer que siguen notificándose más contagios que en las últimas semanas, aunque de forma moderada, y a causa de la movilidad y de la nueva variante del virus, la cepa británica, que es un 70 % más contagiosa que la conocida hasta ahora.
Durante la semana pasada se localizaron 27 brotes, 19 de lunes a viernes y ocho durante el fin de semana. «Están afectando a muchos casos, entre 15 y 16 personas y alguno ha generado hasta 45 contactos estrechos», explicó la especialista.
La mayoría de los focos se producen en el ámbito familiar o social, y en menor medida en el laboral. «Muchos se originan en un municipio y se trasladan a los anexos», añadió. Y puso el ejemplo de una celebración por un aniversario.
De momento, sin embargo, se descarta su relación con la llegada de turistas. «Lo vimos en Navidad, el virus aprovecha nuestros contactos estrechos, y la relajación social tiene sus consecuencias. Los casos están relacionados con nuestra propia actitud», dijo. Por ahora, «está bastante controlado», pero «si siguen aumentando los casos podemos perder el control».
En Baleares la incidencia acumulada a 14 días por 100.000 habitantes sube a 56,9 casos y, aunque Mallorca va a la cabeza con 60,49, el incremento ha sido más notable en Menorca y Formentera.
«Palma se comporta mejor que el resto de municipios aunque hay barrios que suben y ya han dado una situación compleja, como Arquitecte Bennàssar», explicó Frontera.
En general, «la situación no es excesivamente preocupante pero todo va en aumento», añadió. Si bien ahora se ve la estabilidad de casos que hubo la semana pasada, estos tres últimos días señalan una posible nueva subida.
Y es que ayer Balears notificó 43 nuevos positivos y el día anterior fueron 59. Si se tiene en cuenta el contexto de los registros, en fin de semana, el incremento comparado con hace siete días fue de hasta un 50 %.
Cabe recordar que si bien el nivel de riesgo todavía no es alto, hace dos semanas el conjunto de las Islas llegó a notificar una incidencia inferior a los 50 casos por 100.000 habitantes, siendo la comunidad con menos contagios por COVID.
La Semana Santa puede llegar a ser el punto de inflexión para alcanzar una cuarta ola que todas las previsiones dan por segura, de ahí que Balears sea una de las comunidades con mayores restricciones para estas fiestas. «Nuestras medidas son contundentes», admitía la asesora del Govern para la desescalada.
Este fin de semana no se ha notificado ningún nuevo fallecido por COVID aunque 73 personas siguen ingresadas, 54 en planta y otras 19 en una unidad de críticos.