A finales de marzo, Baleares habrá recibido 246.000 dosis de las diferentes vacunas contra la COVID-19, lo que supone que sólo en este mes lleguen el doble que en enero y febrero juntos. Este envío de vacunas que va aumentando de forma progresiva, junto con el hecho de que Salut haya establecido la política de cero dosis en las neveras, permitirá llegar a Semana Santa con más del 15 % de la población vacunada de la primera dosis.
A día de hoy se está inoculando a unas 3.000 personas al día, una cifra que aumentará la semana que viene con la apertura del polideportivo Germans Escales que se añadirá a Son Dureta como centro de vacunación masiva. En esta infraestructura, se abrirán de momento siete de sus 14 líneas y podrán vacunarse 5.600 personas por semana.
En total, trabajan por turnos 70 profesionales sanitarios. Estará operativo de 8.00 a 20.00 horas, de lunes a domingo, con alguna línea abierta hasta las 22.00 horas para facilitar la accesibilidad.
«Tenemos que mejorar las dosis puestas en relación a las recibidas que es el índice más importante para medir nuestra capacidad de suministro», reconoció Eugenia Carandell, en su primera rueda de prensa como nueva responsable de la campaña.
Baleares había inoculado ayer el 79,3 % del total de las dosis recibidas que son 101.180. «Hasta ahora se habían reservado vacunas por el problema en el ritmo del suministro pero ya se ha resuelto. Ahora hay que acelerar, ser ambiciosos y multiplicar nuestra capacidad siempre en función de lo que nos llegue», añadió.
El programa de vacunación está avanzando en el grupo de sanitarios de segunda línea donde se ha inmunizado a 5.854 personas, lo que supone el 60 % del total. Por otra parte, esta semana ya se han vacunado a 5.000 profesores de Educación Especial, Infantil y Primaria, que corresponden al grupo 6, junto con el de fuerzas y cuerpos de seguridad. Si bien se han vacunado 300 Policías Locales, la semana que viene se empezará con la Guardia Civil, Policía Nacional y bomberos.
Cabe recordar que dentro de estos colectivos sólo se está llamando a la gente menor de 55 años que recibe la vacuna de AstraZeneca, cuya segunda dosis se pone al cabo de entre diez y doce semanas, es decir, casi tres meses. Por este motivo, todavía no se han puesto recordatorios de esta farmacéutica.
Paralelamente, esta semana se ha ido llamando a los mayores de entre 95 y 112 años y este fin de semana se abren los centros de salud de Mallorca para seguir con los de 90-94. El colectivo de residencias y la primera línea de sanitarios ya están inmunizados.
La semana que viene llegarán a Baleares 23.630 vacunas, mientras que la siguiente serán 24.280. La semana del 23 de marzo se enviarán 32.760 y en la última del mes, el envío sube a 42.330. Este incremento constante permite acelerar el proceso. Además, se calcula que una de cada tres vacunas que se ponen es de primera dosis que ya garantizan un alt porcentaje de inmunidad.
Previsión al inicio
Cabe recordar que cuando se presentó la estrategia nacional de vacunación el pasado mes de noviembre, se explicó que el primer trimestre del año el reparto se realizaría de forma equitativa entre las comunidades en función de los grupos de riesgo. Por entonces, los cálculos sólo se hicieron con los envíos de Pfizer que fue la primera farmacéutica en obtener luz verde de la Agencia de Medicamentos Europea. La estimación era que Baleares recibiría 120.000 dosis para un colectivo de 60.000 personas de residencias, sanitarios de primera línea y grandes dependientes.
Sin embargo, a finales de marzo Baleares habrá recibido 197.060 vacunas sólo de Pfizer. A éstas hay que añadir otras 167.560 de AstraZeneca y 29.500 de Moderna, cuyo uso se aprobó después.
Así pues, las cifras dan la razón a la administración cuando asegura que la campaña transcurre según las previsiones, incluso mejor. A partir de abril, y con la nueva vacuna monodosis de Janssen aprobada, se prevé un envío mucho más masivo que permitirá ampliar la franja poblacional y, por qué no, llegar al anhelado 70 % de la población antes del verano.