Baleares instalará 92 nuevos adoquines dorados y plateados para homenajear a víctimas del fascismo y del nazismo, una iniciativa que nace del proyecto alemán 'Stolpersteine', que rinde homenaje al «horror» que vivieron estas personas y sus familias, según ha explicado este miércoles el secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado.
Del total de adoquines, que buscan «luchar contra el olvido», 54 son dorados y contienen los nombres de víctimas del nazismo en el archipiélago, mientras que los 43 restantes son plateados y recogen información sobre víctimas del fascismo.
Este homenaje se extenderá a todas las islas. En concreto, Menorca contará con 20 adoquines dorados y ocho plateados; Mallorca colocará 13 dorados y 22 plateados; Ibiza tendrá 16 dorados y ocho plateados, y Formentera instalará cuatro adoquines dorados.
Con estos 92 adoquines, el archipiélago, que se adhirió a este proyecto en 2018, contará ya con un total de 133 'stolpersteine', de las cuales 71 son dorados y los 62 restantes, plateados, según ha precisado este miércoles el secretario autonómico de memoria democrática, Jesús Jurado.
En una rueda de prensa, Jurado ha destacado que estos nuevos adoquines rinden homenaje a 20 mujeres, de entre las cuales destacan Pilar Sánchez, Margalida Jaume, Gabriela Grimalt y Magdalena Bassa, entre otros.
Además, se colocarán otros cuatro adoquines en Barcelona y otro en Madrid, para rendir homenaje a cuatro milicianas que fallecieron en Manacor y a una militante del partido comunista que nació en Badajoz, que vivió unos años en Madrid y que, finalmente, se suicidó en la antigua prisión de mujeres de Can Sales, en Palma.
Jurado ha remarcado que estos adoquines son un homenaje a las vida de estas personas, y no a su muerte, por eso se colocan en los lugares en los que vivieron, en los que trabajaron o en los que pasaron gran parte de su vida.
Por su parte, el conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Histórica, Juan Pedro Yllanes, ha remarcado que estas piedras buscan «contar una historia personal», recordar «tragedias con nombre y apellidos» y devolver a las víctimas «el lugar de dónde nunca deberían haber desaparecido».
Asimismo, ha recordado que este proyecto fue creado por el artista alemán Gunter Demnig en 1992 en Colonia y ha explicado que, a partir de ahí, la iniciativa fue creciendo hacia otras tipologías de víctimas, «con el denominador común de haber sufrido persecuciones franquista o nazis».
Estos adoquines, conocidos como «el monumento descentralizado a las víctimas del fascismo más grande del mundo», aterrizó en Mallorca en 2018, cuando se colocaron 20 piedras en recuerdo a 19 alcaldes y un presidente de la diputación provincial.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Memoria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, ha reivindicado que esta iniciativa tiene también una función pedagógica, pues el hecho de encontrarte estos adoquines en la calle «te obliga a mirar el nombre y a mirar quienes son».