La remodelación que anunció el viernes la presidenta Francina Armengol –que se reflejará en un nueva estructura del Ejecutivo y que se dará a conocer el lunes– podría haber sido la del Dijous Llarder, que marca el inicio del Carnaval, pues quedó cerrada ese día por la noche.
Desde el principio –según el relato hecho por diferentes personas conocedoras de la negociación a este diario– estuvo claro el objetivo: crear un departamento que gestionara de forma unitaria los fondos europeos para la reactivación económica y agilizar el entramado de trámites burocráticos y gestiones que eso puede suponer.
Sobre la mesa se pusieron varias iniciativas; crear una conselleria nueva fue la propuesta final de Armengol. El peso de las negociaciones lo llevaron los dirigentes de los partidos y –de acuerdo a la versión coincidente trasladada desde Podemos y Més– ha habido negociaciones más tensas por otras cuestiones. Además, fueron conversaciones espaciadas e interrumpidas.
«Empezamos a hablar el año pasado, luego se detuvo y se aceleró a finales de la semana pasada», explica un participante.
La negociación se solapó con una serie de reuniones que se celebraron en relación a las polémica por los cargos vacunados. La estrategia de Podemos y de Més (pidiendo dimisiones) provocó mayor tensión que cualquiera de las reuniones en torno a la remodelación.
El miércoles, un día después de la comparecencia de la consellera Patricia Gómez en el Parlament, Més seguía pidiendo dimisiones y Podemos reclamaba a los nacionalistas que se sumaran a una comisión de investigación. Todo eso ocurría en una reunión mucho más tensa que las conversaciones que, paralelamente, se celebraban para definir el organigrama. Quedó cerrado el jueves por la noche, y es posible que más de un conseller o consellera se enterara de cómo iba a quedar todo cuando oyó explicarlo el viernes a Armengol en la reunión del Ejecutivo. El vicepresidente Juan Pedro Yllanes (Podemos) dijo ayer que, por lo que a él respecta, así fue.
No jugarlo todo al turismo
Juan Pedro Yllanes aludió a este asunto después de reunirse con representantes del sector náutico. «Sí, me enteré de cómo quedaba cuando lo explicó la presidenta», dijo. Señaló que todo estaba hablado «con el partido, y no estoy en la dirección». Afirmó que está totalmente de acuerdo, que le parece bien una Conselleria de Fons Europeus pero que Vicepresidència «tiene mucho que decir en su gestión ya que la mayoría de los fondos tienen que ver con nuestras competencias». Y destacó la importancia de la coordinación.
El vicepresidente también se refirió al hecho de que Iago Negueruela vaya a ser el portavoz del Ejecutivo, sustituyendo a Pilar Costa. «La elección del portavoz corresponde al PSIB, así se estableció en los pactos de 2019», dijo. Pero añadió: «También yo soy portavoz adjunto del Govern. Lo importante es que [Negueruela] como portavoz no reincida en viejos errores del pasado apostándolo todo al turismo y al sector servicios porque Balears tiene que apostar por la diversificaciones, los sectores estratégicos y la innovación».
La diversificación de la economía también está en la ‘hoja de ruta' de Més. Un cargo de la ejecutiva explicó ayer que, en su opinión, el PSIB ha aprovechado la remodelación para «resolver alguna cuestión interna». Ve acertado que se impulsen los fondos europeos. En su opinión, y a la espera de conocer nombres, «el conseller debería apostar para alguna dirección general por alguien que conozca cómo se negocian los fondos europeos».
Més y Podemos perderán una dirección general y una o dos gerencias. Pero el gran recorte caerá del lado socialista.