Durante siete años un hombre, que ahora tiene 64, vivió con una gasa en el estómago que el equipo médico se olvidó dentro en una operación en son Dureta. Ahora, el TSJB le deniega la idemnización que solicitaba contra el IB-Salut, más de 140.000 euros por los daños que decía que le había producido el descuido. El problema es que el largo historial médico y gástrico de este paciente hace que los forenses tengan dudas de si su historial es consecuencia de la gasa o no.
El afectado pasó por el quirófano en el año 2008 para una intervención gástrica. Arrastraba desde hacía décadas distintos problemas estomacales y, de hecho, tenía seis intervenciones previas, todas ellas en el sistema digestivo. De hecho, el primer contratiempo en el estómago que aparece en su historial data de 1987.
Después de esa intervención los problemas se agravaron. Ese mismo año tuvo que acudir en cuatro ocasiones al centro de salud. Siempre refería síntomas similares: dolor y una sensación de empacho constante a pesar de haber comido poco. Tras unos años de más calma, a partir de 2012 los síntomas se reprodujeron de forma más virulenta: acidez, anorexia y astenia, entre otros. Ante la falta de evolución, en noviembre de 2015 se le realizó una artroscopia en Son Llàtzer y en ella, se descubrió un cuerpo extraño en el estómago: material textil.
La defensa del paciente responsabilizaba de esos daños a la gasa y ante los «siete años de molestias continuas» que había sufrido, solicitaba una indemnización. Los informes forenses señalan que estuvo incapacitado durante todo ese tiempo para llevar una vida normal. El IB-Salut rechazaba el pago, porque afirmaba que no estaba claro que el cuerpo extraño fuera en efecto una gasa de esa operación y, en segundo lugar por el historial gástrico del paciente.
La Sala de lo Contencioso del TSJB basa su sentencia en lo que dijeron varios médicos que declararon en el juicio. No tiene dudas de que el objeto fue una gasa y que existió una clara negligencia médica: «Resulta notorio que el descuido en la retirada del material usado en una operación constituye una actuación sanitaria contraria a las normas profesionales». El problema es que entiende que no quedan claros los daños que sufrió el paciente por esa negligencia. Los médicos señalaron que eran compatibles con la mala salud digestiva previa del paciente.