El boom de reservas de citas que vivieron las peluquerías y centros de estética en su reapertura tras el confinamiento fue solo un espejismo. Desde el inicio de la pandemia, han desaparecido un centenar de negocios del sector en Baleares. Así lo indicaron este lunes el vicepresidente y la presidenta de las asociaciones de peluquerías y centros de estética de Mallorca de PIMEM, Rafel Rubio y Emilia Pasqual, respectivamente.
Desde entonces su facturación ha caído entre un 35 % y un 40 % debido al descenso de actividad. «Se han suspendido prácticamente todos los eventos que suponían más trabajo para nosotros», reconoció Rubio, en referencia a bodas, bautizos, comuniones y diferentes eventos festivos. Tampoco las Navidades han dado pie a celebraciones especiales, lo que ha motivado que este año apenas se haya contratado personal de refuerzo. De hecho, «muchos negocios del sector aún mantienen a empleados en ERTE», según Rubio.
Añadió que muchas peluquerías y centros de estética ubicados en zonas turísticas no han abierto sus puertas este año, aunque si se reactiva el turismo pueden volver a abrir. En cambio, otras que no han aguantado esta crisis «ya no subirán jamás la persiana».
Protesta
La situación que atraviesa el sector no es única en las Islas, sino que se trata de una problemática común en todo el Estado. Por este motivo, este miércoles se concentrarán en Palma y en otras ciudades españolas para reclamar al Gobierno central que les rebaje el IVA del 21 % al 10 %. «Es la ayuda que pedimos», indicó Rubio, quien recordó que son el único sector de entre los que sufrieron una subida de IVA en 2012 al que no se lo han rebajado.