La Unidad de Genómica Microbiana del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Son Espases ha detectado en Baleares varios casos sospechosos de la cepa británica de la COVID-19.
No obstante, descarta que la variante inglesa de la COVID-19 —el linaje B.1.1.7— sea la causante del incremento de casos registrados durante este mes de diciembre. En este sentido, fuentes del citado hospital han precisado que en el caso de confirmarse alguno de ellos «serían residuales» y han insistido en que aún no se ha confirmado ninguno de ellos.
La Unidad de Genómica Microbiana del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Son Espases ha secuenciado las muestras de cerca de cuatrocientos pacientes diagnosticados de COVID-19 en las Islas, entre los meses de marzo y diciembre de este año. Estos pacientes suponen una representación aleatoria del conjunto de las Islas Baleares a lo largo de la pandemia.
Desde Son Espases han explicado que «durante la primera ola de la pandemia por SARS-CoV-2, se ha observado la circulación de una alta diversidad de linajes en Baleares con tendencias semejantes a las observadas en el conjunto del país. No obstante, el porcentaje de cepas pertenecientes al linaje A —descendientes directas de las variantes detectadas originalmente en China— fue notablemente inferior».
En este sentido, han argumentado que «el estado de alarma y el cierre de fronteras consiguió disminuir la diversidad de linajes en circulación, no se detectaron cepas pertenecientes a linajes A después de dicho período y se observó un predominio del linaje B.1».
Sin embargo, «desde finales de junio, el linaje mayoritario en las Islas es el B.1.177, que es el principal causante de la segunda ola del mes de agosto, al igual que ocurrió en el resto de Europa. Asimismo, el análisis de las muestras del mes de diciembre -cerca de un centenar hasta el día 23- muestra un claro predominio del linaje B.1.177, que es el responsable del 63 por ciento de los casos analizados».