Nació en 1993 con el objetivo de aglutinar y optimizar los recursos destinados a la cooperación internacional de los distintos municipios de la isla para así poder llevar a cabo acciones que contribuyan al desarrollo de los países del Sur. Casi tres décadas después, con cerca de 1.200 proyectos ejecutados en 52 países, en los que han participado más de 200 entidades y se han invertido más de 44 millones de euros, el Fons Mallorquí de Solidaritat i Cooperació se ha convertido en todo un referente autonómico en la ayuda al desarrollo en zonas empobrecidas del mundo.
«El Fons Mallorquí se creó a raíz de las acampadas en todo el Estado que reivindicaban que las Administraciones destinasen el 0,7% de su presupuesto a la cooperación internacional para erradicar la pobreza. Inicialmente, se formó con ocho ayuntamientos y el Consell de Mallorca, aunque progresivamente se han ido incorporando el resto de municipios, así como el Govern, las Mancomunidades del Pla y del Raiguer y la UIB», explica Antònia Rosselló, coordinadora técnica de la entidad.
En una primera etapa, el Fons financiaba los proyectos que las ONG de Mallorca le iban proponiendo, si bien debido a la crisis económica optaron por dar un giro estratégico y apostar por los proyectos municipalistas, no en vano a quién realmente corresponde la ordenación del territorio es a la Administración Pública de los países en los que desarrolla su actividad.
«A partir de la convocatoria del año 2011 decidimos financiar aquellas acciones estratégicas que considerábamos buenas para la zona, de manera coordinada con las administraciones locales. Nuestro principal objetivo es que tanto la población como las autoridades locales dispongan de las herramientas para que puedan gestionar directamente los proyectos y que puedan decidir el desarrollo que quieren para sus municipios», argumenta Rosselló, al tiempo que añade que en algunos casos intervienen también entidades sociales que trabajan en la cooperación.
Así, en 2019 se ejecutaron 19 proyectos municipalistas en nueve países de América Central, América del Sur y África: dos en Mali, uno en Etiopía, dos en Burkina Faso, uno en Senegal, dos en Bolivia, uno en el Sáhara, cuatro en Perú, uno en Níger y cinco en Nicaragua. En algunos de estos proyectos, participan entidades como Pa i Mes, Amics del Poble Saharauí de les Illes Balears, Llevant en Marxa, Ensenyants Solidaris, Treball Solidari, Candela Projectes Solidaris, Fundació Balcat Solidaris o Associació Família i Societat.
Mediterráneo
«En cada uno de estos países partimos de un plan de desarrollo marcado desde el territorio. No siempre es fácil llegar a un consenso entre la administración local, las entidades y el Fons, pero en términos generales, lo que más nos demandan son proyectos de pozos de agua, de salud, mejora de infraestructuras públicas, empoderamiento de la mujer y desarrollo económico local», detalla la coordinadora del Fons Mallorquí de Solidaritat i Cooperació.
En 2015, el Fons abrió una nueva línea estratégica de actuación, centrada en la zona mediterránea y Oriente Próximo, encaminada a paliar la crisis humanitaria derivada de la migración y el éxodo de personas refugiadas.
«Algunos proyectos se centran en el trabajo puro y duro de atención a los refugiados, como pueda ser los de la isla de Quíos o el del Líbano. También hemos desarrollado otros relacionados con temas de gobernabilidad y participación ciudadana en países como Marruecos o Túnez o incluso un proyecto dirigido a los miles de subsaharianos que esperan en los bosques de Ceuta para cruzar la valla», indica.
Concretamente y dentro de esta línea de trabajo, el año pasado se aprobaron seis proyectos: dos en Marruecos, uno en Cisjordania, uno en Grecia, uno en Afganistán y otro en Líbano.
Emergencias
Asimismo, y en cumplimiento de sus estatutos, el Fons reserva un 10% de su presupuesto a ayudas de emergencia humanitaria, que pueden ser presentadas por entidades de cualquier país, al igual que en la convocatoria para el Mediterráneo.
«Esta convocatoria está abierta durante todo el año y en ella tienen cabida tanto proyectos que responden a grandes emergencias que salen en prensa como la del Open Arms, como otros más pequeños, que surgen en las zonas en las que ya trabajamos», especifica Rosselló. En 2019 se aprobaron cinco proyectos de emergencia en Siria, Líbano, Sáhara, Nicaragua y el Congo.
Contra el COVID
El Fons Mallorquí de Solidaritat i Cooperació dispone de un presupuesto para este 2020 que asciende a 1.909.500 euros. Una cifra ligeramente superior a la del año pasado, y que incluye un total de 20 proyectos municipalistas en África, América del Sur y América Central; y cinco en el Mediterráneo y Oriente Próximo. Los proyectos de emergencia han ascendido a 185.000 euros, destinados a la prevención de la pandemia.