El presente año tampoco ha sido bueno en el exclusivo mundo de los superyates. En contraste con el espectacular desfile de joyas náuticas que recibía la bahía de Palma en anteriores temporadas, la pandemia del Sars-Cov-2 ha provocado un parón casi total dentro de este tránsito en Mallorca. Sin embargo, la extensa zona portuaria destinada al mantenimiento de dichas embarcaciones, ha continuado con su actividad. Y ante las puertas del invierno, incrementa las labores de varada en seco y las reparaciones.
Durante la semana pasada coincidieron, repartidos entre Astilleros de Mallorca y los STP Shipyard Palma, tres espectaculares superyates. Se trata del Eminence, el Tango y el Axioma. Son embarcaciones todas ellas de más de 70 metros de eslora, cuya presencia era habitual todos los veranos en la bahía o el Club de Mar, antes de la pandemia. Dicha circunstancia pone de manifiesto el grado de especialización alcanzado por este sector en Palma, que se encuentra entre las primeras posiciones del Mediterráneo.
A tal efecto, esta zona portuaria aglutina a más de 500 empresas vinculadas y en sus instalaciones se repararon más de 800 embarcaciones el pasado año. A tal efecto, el Instituto de Innovación Empresarial incentiva la promoción de Palma como centro de acogida de yates para su mantenimiento a nivel internacional.
El Tango fue construido por Feadship en los Países Bajos en 2011. Con 78 metros de eslora destaca por su estilizado diseño. Al igual que el Eminence, del mismo tamaño y entregado por la firma Abeking & Rasmussen, en Alemania en 2008. El Axioma, por su parte, fue construido por Dunya Yachts en Turquía en 2013 y mide 72 metros. Se da la circunstancia de que estos yates para unos 12 invitados y 20 tripulantes, se alquilan por precios que oscilan entre los 500 mil y los 800 mil euros por semana, tanto en el Mediterráneo como en el Caribe.
Con una experiencia en la construcción naval secular, las gradas palmesanas junto a la zona de mantenimiento de los antiguos muelles comerciales, suman más de cien mil metros cuadrados, que reúnen tradición y prestigio en un trabajo cuya calidad atrae a los mejores clientes aún en los tiempos más difíciles. Y es que, en abierto contraste a la crisis económica derivada de la pandemia, este ámbito laboral mantiene plenamente su actividad. Una de las más rentables, en el mundo de la náutica, dado el nivel exigido y que constituye para Baleares un sector estratégico.
La clave del éxito se encuentra en la privilegiada posición geográfica de Palma, la técnica ofrecida, la amplia oferta de ocio existente en la Isla, así como la superficie destinada al mantenimiento y reparación, que se ha visto incrementada de forma gradual al igual que el volumen de los propios yates.