Can Barba, can Bossa, can Burbaies, can Cera, can Marrap, can Padrines o can Pometa son algunos de los apodos o malnoms de familias xuetes de Palma que recogió Guillem Fortesa Pinya junto a sus hermanos Miquel –autor del polémico Els descendents dels jueus conversos de Mallorca– y Bartomeu en la segunda década del siglo pasado. Hay otros apodos o alias que probablemente resultarán más conocidos para el lector: can Bet, nombre de una mercería situada en la calle de la Bosseria que cerró en 2016, o ca l'Estrella, nombre de una joyería de la calle de l'Argenteria que también cerró recientemente. La novedad es que esta lista, de la que se conocía su existencia pero que se creía extraviada, se ha publicado ahora en Els jueus a les Balears: presència, expulsió i repressió gracias a una investigación del historiador Andreu Ramis.
La lista da cuenta de 248 apodos. Son familias de Palma, pero Ramis no descarta que pueda incorporar alguna de la Part Forana. Aunque el autor no hace un estudio profundo de los malnoms, sí lanza algunas observaciones a partir de las reflexiones contenidas en Els descendents dels jueus conversos de Mallorca, como «la costumbre de algunos xuetes de encriptar su apellido priorizando el alias o haciendo uso del apodo». Era una forma de no esconder su ‘condición' de xueta.
También señala que sería interesante saber si los apodos eran o no aceptados por los que los llevaban y, teniendo en cuenta que la mayoría de malnoms de la lista no son exclusivos de los xuetes, (Can Frare o Can Vermell existen en la Part Forana y también aparecen en la lista) plantea como posible hipótesis que los malnoms tienen connotaciones negativas solo cuando se asocian a tópicos atribuidos a este colectivo. Sería el caso de can Dobbé, can Marxando, can Quinze Unses, can Pilla-Ànimes, can Tros d'Or, can Xuia, can Greix, ca na Saïm, can Nas...
Otro de los aspectos que destaca Ramis es la utilidad de los malnoms en un entorno de homonimia. No hace falta decir que la homonimia es muy frecuente entre los xuetes: comparten apellidos e incluso nombres, de manera que el hecho de que los apodos facilitaba su distinción.
Una lista extraviada
El relato de cómo se ha recuperado la lista también merece atención. En Els descendents dels jueus conversos de Mallorca, obra que al publicarse, en 1970, levantó una gran controversia en la sociedad mallorquina ya que rompió el tabú sobre la marginación del colectivo, Miquel Fortesa Pinya recuerda que él y sus dos hermanos elaboraron en su juventud una lista con los apodos, pero lamenta no haberla podido localizar. No obstante, trata de hacer memoria y consigue recordar y enumerar algunos apodos.
Recientemente, Ramis descubrió que existía una copia de la lista en el Fons Tomàs Carreras i Artau de la Institució Milà i Fontanals (CSIC), radicada en Barcelona. Según explica Ramis, uno de los tres hermanos, Guillem Fortesa Pinya –el que luego fue alcalde de Palma– remitió una copia del listado al Arxiu d'Etnografia i Floklore de Catalunya, con el cual era colaboraba, a instancias de su director, Tomàs Carreras i Artau. No obstante, al saber su hermano Miquel que esta lista se podía publicar, pidió a Guillem que la recuperara puesto que podría traer problemas. Efectivamente, el Arxiu d'Etnografia i Folklore de Catalunya la devolvió a los hermanos, pero guardó una copia, que es la que ahora Ramis ha recuperado.
Cambios en la sociedad
Ramis atribuye el cambio de criterio de Miquel Fortesa Pinya –que luego firmó Els descendents dels jueus conversos de Mallorca– a los cambios que el siglo XX trajo en la sociedad mallorquina: en los años 20 desautorizaba la publicación de la lista; 50 años más tarde firmó un libro divulgando el estigma que había pesado sobre los xuetes y dando cuenta de su situación